Soria cierra la crisis de Enresa al nombrar presidente a Juan José Zaballa
La junta se ha reunido esta mañana con carácter extraordinario El enfrentamiento por el ATC desencadena el relevo El nuevo ejecutivo ha sido propuesto por Industria
La junta extraordinaria de la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa) celebrada esta mañana, ha acordado el nombramiento de Juan José Zaballa como presidente de la compañía que gestiona los desechos atómicos del parque nuclear español, en sustitución de Francisco Gil-Ortega. Zaballa, hasta ahora director general de Paradores, ocupará la presidencia de Enresa a petición expresa de Industria, el ministerio encargado de la tutela de esta sociedad estatal. El nuevo ejecutivo tiene una relación muy estrecha con el titular de este departamento, José Manuel Soria, y con el ministro de Economía, Luis de Guindos, de los que fue compañero de estudios.
Aunque Gil-Ortega, que presentó su dimisión “por razones personales” el pasado martes, un plazo de preaviso de 15 días según su contrato mercantil, el Gobierno ha decidido acelerar su relevo a la vista de que en este plazo tenía potestad para realizar contratos hasta de un millón de euros, según fuentes próximas al Ejecutivo. También, para cerrar la crisis abierta en la compañía por el enfrentamiento “insostenible” entre su máximo ejecutivo (nombrado a petición de la presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal) e Industria-Moncloa (en este caso por el enlace entre el secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal, y su hermano gemelo, el Jefe de la Oficina Económica, Álvaro Nadal) a cuenta del almacén temporal centralizado (ATC) de residuos radiactivos que se construirá en el municipio conquense de Villar de Cañas.
Gil-Ortega y Cospedal (acuciada por la proximidad de las elecciones autonómicas, para las que maneja encuestas con un resultado muy ajustado) habían forzado la maquinaria al sacar a concurso la obra civil de esta instalación (un proyecto de 900 millones de euros), cuando están aún pendientes dos autorizaciones del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) y la declaración de impacto ambiental (DIA) de Medio Ambiente. Este último trámite es el más peliagudo, pues, a la vista de lo ocurrido con el almacén de gas Castor, en que una subdirectora de este ministerio ha sido imputada en los tribunales, “ningún funcionario querrá firmar la DIA del ATC”, según fuentes del sector.
A la junta han acudido los representantes de los dos accionistas de Enresa: el Ciemat, con un 80%, y la SEPI, con el 20% restante.
El nuevo presidente, hasta ahora director general de Paradores, se convierte así en el quinto presidente de la compañía tras los mandatos de Francisco Gil-Ortega, que fue nombrado en 2012; Juan Manuel Kindelán (de 1985 y 1994);los dos mandatos de José Alejandro Pina (entre 1994 y 1996 y de 2004 a2012) y Antonio Colino (entre 1996 y 2004).
Natural de Bilbao, Zaballa es licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales, Master en Administración de Empresas y Diploma de Estudios Avanzados. Asimismo, es técnico Comercial y Economista del Estado y ha ocupado diversos puestos en la Administración tanto en España como en el extranjero.
El hasta ahora director general de Paradores, ocupó la presidencia de la Compañía Española de Financiación del Desarrollo y, ya en el sector privado, gestionó dos fondos de capital-riesgo.
El afán de Gil-Ortega “en saltarse la legalidad”, ha encendido los ánimos de los grupos ecologistas y de la oposición política, que han invadido el Congreso con multitud de preguntas sobre la seguridad del proyecto y los conflictos internos en la propia Enresa. En los últimos meses, había destituido a dos directivos de máxima relevancia en los trámites de adjudicación: el pasado 27 de enero, a su director de Administración, Eugenio Alejandre y meses atrás al responsable jurídico, Jesús Moreno. Alejandre era hombre de confianza de Alberto Nadal y su enlace en la compañía de residuos radiactivos.
El ATC sigue adelante, según Cospedal
Leandro Esteban, portavoz del Gobierno de Castilla-La Mancha que preside Dolores de Cospedal, aseguró ayer que la construcción del ATC“va a continuar” y que el proceso “no sufrirá alteraciones”. En una rueda de prensa, Esteban dijo que no tiene “ninguna noticia” de que el Gobierno vaya a terminar con el proyecto de Villar de Cañas, “más bien, todo lo contrario”, esto es, seguirá “con normalidad”. En su opinión, “se van a seguir emitiendo los informes preceptivos para, de una manera coherente, transparente, segura y lógica, seguir con el proyecto”. El portavoz del Ejecutivo castellano-manchego recalcó que la dimisión de Gil-Ortega es por causas personales y eso “nada tiene que ver” con las obras de construcción de esa infraestructura.
Por otro lado, el PSOE de Castilla-La Mancha pidió ayer que la paralización del proyecto en Villar de Cañas (Cuenca), “si existe la más mínima duda” sobre la idoneidad de los terrenos donde se va a construir. Así lo pidió el portavoz del grupo socialista en las Cortes regionales, José Luis Martínez Guijarro, quien cree que es preciso anteponer la seguridad a cualquier consideración, como también había apuntado previamente el secretario general del PSOE castellano-manchego, Emiliano García-Page.
Martínez Guijarro explicó en rueda de prensa que empiezan a aparecer informes “que ponen serias dudas sobre la idoneidad de la ubicación del cementerio nuclear”. El PSOE regional va a pedir la comparecencia del presidente del CSN, Fernando Marti, en la asamblea de Castilla-La Mancha.
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