El generoso cheque de UBS
El incremento de los dividendos de UBS podría terminar pareciendo precipitado. El banco suizo ha triplicado su pago anual a 0,75 francos por acción, pero predijo que la subida del franco y los tipos de interés negativos frenarán el beneficio. Los inversores de UBS, conscientes de la impredecible regulación y las inminentes demandas, hicieron caer ayer las acciones un 5%.
La mayoría de los otros bancos están muy lejos de entregar los 2,8 millones de francos suizos (unos 2.650 millones de euros) que UBS ha destinado a los accionistas para el año 2014. Incluso después de eso, UBS todavía tendría una ratio de capital común Tier 1 (CET1) del 13,4% –muy por encima de la mayoría de sus homólogos–.
Pero este exceso de capital pronto podría parecer más reducido. Un posible punto negativo es la confirmación del banco de que se han producido nuevas reclamaciones por parte de las autoridades estadounidenses en relación con la posible ayuda a clientes para evadir impuestos.
Si las condiciones del mercado son favorables, UBS probablemente estaría bien. Tiene 2,9 millones de francos suizos en provisiones para litigios y otros 860 millones de francos de capital adicional antes de que se hunda por debajo de su umbral autoimpuesto de un core Tier 1 del 13%.
El problema es que la rendición del tope a la moneda por parte del banco central suizo hace que sea más difícil para UBS reponer su colchón de capital a través de los beneficios retenidos. Un franco suizo fuerte significa que los costes de UBS predominantemente basados en Suiza aumentan en relación con sus ingresos brutos, gran parte de los cuales se ganan en otras monedas.
Solo con las previsiones de los analistas sobre la banca de inversión, y con el decepcionante comportamiento de la gestión de activos y de patrimonio en el cuarto trimestre, incluso sin un franco suizo al alza, el futuro de UBS parece más nublado que lo que ha estado en un tiempo.