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La Bolsa helena cae un 3% y su bono a diez años sube al 9%

El Ibex avanza un 1% ajeno al vuelco electoral en Grecia

Vista de la Bolsa de Fráncfort
Vista de la Bolsa de FráncfortRALPH ORLOWSKI (REUTERS)

Syriza no asusta a los mercados, porque estos cuentan con el Banco Central Europeo (BCE) y su programa de estímulos. Esa es la conclusión que puede extraerse de la reacción de los inversores al holgado triunfo electoral de la coalición de izquierdas en Grecia. Calma general. En parte, porque el mercado descontaba la victoria de la formación liderada por Alexis Tsipras y también porque ahora se confía en que el nuevo Gobierno heleno llegue a un acuerdo con las autoridades europeas sobre su deuda. Pero, sobre todo, el vuelco político se vive con calma en los parqués gracias al apoyo del banco central.

Aunque todas las Bolsas europeas abrieron con caídas, finalmente solo el Ase heleno cierra en rojo. La Bolsa griega ha llegado a bajar un 5% en algún momento de la sesión y cierra con un descenso del 3,2% (el viernes avanzó más de un 6%). Mientras, el Ibex 35 comenzó la sesión con una caída superior al 1%, pero pronto han vuelto las órdenes de compra a unos mercados que desde la semana pasada saben que contarán con el respaldo del BCE y su programa de compra de deuda por 60.000 millones de euros al mes. Así que, pese al triunfo electoral de Syriza, el selectivo español logra cerrar su octava jornada consecutiva al alza, algo que no lograba desde diciembre de 2013, con una subida del 1,08% hasta los 10.696,1 puntos. También avanzan el Dax alemán (+1,3%), el Cac francés (+0,7%) y el FTSE MIB italiano (+1%). 

Esta reacción de las Bolsas europeas en la apertura se repite casi miméticamente en Wall Street. La Bolsa estadounidense, rodeada de nieve hoy, por cierto, a causa del temporal que llega hasta Nueva York, abrió con caídas pero ahora se acerca a las alzas, con sus principales índices prácticamente planos.

“Ahora que el BCE absorberá a través delQE cerca del doble de las emisiones netas de deuda de los Gobiernos en la zona euro, será extremadamente difícil ver cualquier contagio”, explican desde Bank of America Merril Lynch en una afirmación que resume el sentir general en el mercado. Gracias a los estímulos del banco central, los inversores no se dejan llevar por los riesgos que puede implicar el cambio de Gobierno en Grecia y las negociaciones que se esperan ahora para reestructurar su deuda.

La red de seguridad del BCE contiene los miedos. En este contexto, desde el departamento de análisis de Bankinter señalan que “cualquier amago de retroceso bursátil será una invitación a la toma de posiciones gracias a la elevada presión de la liquidez, desde ahora también en la eurozona, por lo que las tomas de beneficios, cuando se produzcan, no tendrán profundidad”.

Pendientes de las negociaciones

El foco de los inversores se pone ahora en las negociaciones que se avecinan entre Grecia y las autoridades europeas. “El programa de Syriza es creíble, pero implica una reestructuración de la deuda. Hay muchas formar de hacerlo. Nadie tiene la intención de ir a un choque y esto es lo que el mercado está descontando”, señala Jean–Sylvain Perrig, director de inversiones de UBP.

Desde Renta 4 afirman que el mercado espera que el nuevo Gobierno heleno y la Comisión Europea lleguen a un acuerdo y se produzca un acercamiento de posturas entre ambas partes que “pasaría por una flexibilización de los objetivos de consolidación fiscal por parte de la Comisión Europea (recientemente lo ha hecho con Italia y Francia) y una mejora de las condiciones de financiación para Grecia por parte de los acreedores internacionales (mayores plazos y/o menores tipos de interés)”.

Hace dos años, un vuelco político de la relevancia del ocurrido el domingo en Grecia habría puesto encima de la mesa la salida de este país de la zona euro. Ahora, casi nadie se plantea esa opción (RBS le da apenas un 10% de probabilidades), lo que también ayuda a rebajar los temores. Los expertos de Citi ven posible que se alcance un acuerdo “por el interés de ambas partes en evitar el peor escenario posible, que sería un impago de Grecia o su salida del euro”. Sin embargo, desde la firma estadounidense avisan que “el pacto requerirá significativas concesiones por ambas partes, así que las negociaciones serán largas y podrían fracasar”.

En esta misma línea de cautela de cara al futuro a pesar del tranquilo recibimiento de los mercados al triunfo de Syriza, desde Nomura indican que “la divergencia entre las las posturas de Grecia y la troika es tan grande que implicarán más volatilidad en las próximas semanas y meses, por lo que el mercado debe valorar el riesgo de una confrontación directa conEuropa”.

Por lo pronto, parece que los inversores han decidido apostar con claridad por el acuerdo negociado. Aunque el euro cayó en el mercado asiático en la noche del domingo al conocer las primeras encuestas a pie de urna que daban la victoria a Syriza, hoy las aguas vuelven a su cauce y la divisa incluso se aprecia ligeramente hasta los 1,12 dólares.

En el mercado secundario de deuda, solo los activos griegos se han visto afectados por el vuelco electoral en el país. El interés del bono heleno a diez años sube hasta el 9,06%, mientras que el que vence a una década se eleva al 11,9%. La rentabilidad de la deuda española a una década se queda en el 1,37%, mientras que la prima de riesgo se mantuvo en los 98 puntos básicos. Mañana, el Tesoro buscará captar 3.000 millones en una subasta de letras.

El petróleo, mientras, sigue a la baja después de rebotar algo el viernes a causa del relevo en Arabia Saudí tras la muerte de su monarca. Hoy, el barril de crudo Brent cae hasta los 48,3  dólares.

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