Sony no tiene suerte
Una declaración del presidente ejecutivo de Sony, Kazuo Hirai asegurando que el ciberataque vinculado al estreno de The Interview no hará daño a la empresa financieramente puede ser más divertida que la película en sí. En su intervención en el Consumer Electronics Show en Las Vegas esta semana, Hirai señaló a las cifras de la Oficina Federal de Investigaciones que estima que el 90% de las grandes empresas serían tan vulnerables como Sony. Es cierto. Una buena seguridad informática hace que sea difícil entrar en un sistema, pero no puede evitar por completo los ataques.
Sin embargo, Sony tiene un historial de seguridad especialmente largo y mediocre. En 2011, fue hackeado más de 30 veces, de acuerdo con el investigador de seguridad Mikko Hypponen. El mismo año, su PlayStation Network fue cerrada durante tres semanas y se robó información de 77 millones de cuentas.
Este último ataque puede no tener impacto financiero material inmediato, tal como asegura Hirai, pero ha sido perjudicial. Los empleados del estudio se han visto obligados a utilizar de nuevo lápiz y papel. Varios títulos inéditos han aparecido en la web. Y el precio más grande puede tener que pagarse en los años venideros. El último ataque a sus sistemas solo aumenta la percepción de que Sony no puede competir con otros como Samsung o Apple. Los hackers ya se han envalentonado. Sony no se puede permitir distracciones. La compañía de 25.000 millones de dólares ha tenido un bajo rendimiento en el mercado japonés en los últimos cinco años. El dividendo ha sido desechado y para este año fiscal se prevé una pérdida de 2.000 millones de dólares. La evaluación de daños de Hirai se queda pequeña.