Matarromera compra una bodega en La Rioja
Grupo Matarromera pretende crecer en cuota de mercado, facturación y ventas. La firma ha formalizado la adquisición de una bodega, con cuatro hectáreas de viñedo rodeadas por dos líneas montañosas en el municipio de San Vicente de Sonsierra, en la zona de La Rioja Alta. Esta operación ha supuesto una inversión de cuatro millones de euros de fondos propios, pero el grupo no descarta tener que realizar más inversiones y comprar las 20 hectáreas agregadas a este terreno. Matarromera pasará a tener presencia en seis denominaciones de origen –Ribera del Duero, Toro, Cigales, Rueda, Vino de la Tierra de Castilla y León, y Rioja–. Esta empresa familiar produce, además, vinos ecológicos.
Matarromera ha comprado a un banco los activos de la bodega que llevaba por nombre Antigua, con 1.200 metros cuadrados de superficie y capacidad para más de 2.000 barricas. El presidente de la compañía, Carlos Moro, explicó ayer jueves en Madrid que no se ha adquirido una sociedad “porque pretendemos crear nuestro propio futuro”. Y remarcó que “no minusvaloramos a Rueda”, pero que el momento por el que pasa el grupo sirve como base para “reforzar aquello que ya tenemos”.
La firma prevé cerrar 2014 con una facturación de 19,5 millones
Los caldos riojanos de Matarromera, cuya marca aún no ha sido definida, serán lanzados al mercado probablemente en un periodo de entre uno y dos años, cuando se alcancen los niveles de calidad deseados. “No sufrimos ninguna presión porque somos una empresa familiar y no tenemos que dar explicaciones a los mercados”, señaló el responsable de la firma. La producción inicial será de 200.000 botellas anuales, pero a largo plazo puede alcanzar el millón. Moro declaró que “no pretendemos copiar a nadie, sino elaborar vinos con nuestra propia idiosincrasia”. Esta es la primera inversión de Matarromera fuera de Castilla y León y el proyecto estrella de la empresa para 2015. La firma se incorpora a esta denominación de origen, porque tiene un 40% de cuota de mercado y “funciona muy bien tanto en Horeca como en el extranjero”, según Moro. “El reto es combinar la tradición centenaria del Rioja con nuestra idea de vino moderno”, añadió.
Modelo diversificado
Matarromera desembarca en La Rioja apostando también por la diversificación de su negocio. En esta región, mantendrá el modelo que sigue en Castilla y León, donde cuenta con siete bodegas, una destilería, la almazara Oliduero, un restaurante y un hotel enfocado al enoturismo. También se dedica a la extracción de polifenoles y a la deconstrucción molecular, con lo que produce vino sin alcohol (de marca Emina), cosméticos de alta gama –comercializados como Esdor– y complementos alimenticios.
Moro apuntó que Matarromera no será la primera firma en La Rioja que se dedicará a estas actividades, aunque subrayó que “somos una empresa agrícola y vitícola”. En los alrededores del río Duero, Matarromera dispone de 900 hectáreas, de las cuales 500 están dedicadas al viñedo, algo que supone la mayor proporción en Castilla y León. Asimismo, el presidente incidió en “el prestigio y la excelencia internacional de nuestros vinos de alta gama”.
A pesar de los años de crisis económica, Matarromera ha conseguido crecer. Pasó de facturar 16,7 millones de euros en 2011 a 18 en 2012 y 18,6 en 2013. El grupo bodeguero tiene previsto cerrar este año con unos ingresos de 19,5 millones y acabar 2015 con una cifra de negocio de 21,5.
Su número de empleados ha aumentado un 55% de forma progresiva en los últimos cuatro ejercicios, hasta alcanzar los 155. La incógnita ahora está en si sus nuevas instalaciones en La Rioja supondrán o no la necesidad de nuevas contrataciones. “Dependemos del mercado y de los consumidores”, apuntó Moro. La compañía comercializa sus productos en Chile –donde también ha realizado inversiones–, EE UU, China y Filipinas.