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Columna
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Las turbulencias de Airbus

Los inversores de Airbus están atrapados. A pesar de los crecientes pedidos, el ascenso de la industria aeroespacial y de defensa del grupo europeo, la rentabilidad y la generación de efectivo se estancarán en 2015 y 2016. La modernización de su gama de productos va a costar más de lo que los inversores pensaban, y Airbus sigue pagando por los errores del pasado. Sin embargo, las perspectivas a mediano plazo parecen buenas.

Las acciones del fabricante de aviones perdieron un 13% desde el 9 de diciembre después de que la dirección del grupo indicara que las expectativas de los analistas para 2015 y 2016 eran demasiado optimistas. La empresa no cae por un solo problema, sino que cojea por muchas cuestiones que crecen.

La elevada demanda de los aviones nuevos y actualizados debería traducirse en mayores beneficios

Las buenas noticias para los inversores es que algunas de las preocupaciones son temporales y es probable que disminuyan pasado 2017. El lanzamiento del nuevo A350 XWB de largo recorrido es un ejemplo. El primer avión está listo para ser entregado a su cliente Qatar Airways. Pero el aumento gradual de la producción en serie es costoso y consume mucho tiempo. La modernización de los modelos existentes (A320 y A330) a corto y largo plazo también pesará en el beneficio en los próximos dos años. El hecho de que todos estos nuevos y actualizados aviones sean muy demandados por las líneas aéreas, debería traducirse en mayores beneficios después.

El super jumbo es un dolor de cabeza mayor. Airbus indicó por primera vez que no logrará dinero con el avión en los próximos años, y que tendrá que actualizarlo para que siga siendo atractivo. Incluso no se descarta el fin anticipado de la producción después de 2018. El A400M de transporte militar también seguirá siendo una carga financiera en los próximos años.

Pero con los libros de pedidos totales y los ingresos en un aumento estructural, Airbus todavía puede apostar por una historia de éxito a largo plazo. Tiene los medios para superar sus deficiencias. El grupo vendió parte de sus acciones en el fabricante de aviones francés Dassault Aviation en noviembre, por 794 millones de euros. Su participación del 38% restante tiene un valor de mercado de 4.400 millones de euros, y Airbus planea la deshacerse de ella. Eso se puede utilizar para comprar la paciencia de los inversores.

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