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La correlación entre carburantes y petróleo

Gasolina y gasóleo deben bajar todavía un 6,3% y un 2,5%

La Comisión Nacional de la Competencia y de los Mercados (CNMC) ha establecido una sombra de duda permanente sobre las petroleras, a las que acusa recurrentemente de repercutir las subidas del crudo con mucha rapidez y los descensos con lentitud, con el ánimo de engordar sus márgenes. “Suben como cohetes y bajan como plumas” fue la frase acuñada en un informe de ese organismo. Una sospecha que se ha acrecentado en estos últimos meses, en los que el precio del barril de Brent, de referencia en Europa, se ha desplomado y el precio de la gasolina y del gasóleo no lo ha hecho en la misma proporción.

La cotización del barril de crudo en dólares se ha desplomado un 38,5% en ese período y un 32% si el cálculo se hace en euros (se ha abaratado casi un 10% en esos seis meses frente al billete verde).

Un primer detalle que hay que tener en cuenta es que tan solo el 40% del precio de venta al público es carburante y el 60% restante son costes fijos, de los que el 50% es la carga impositiva y el 10% costes fijos como logísticos o de amortización. De este modo, las posibles bajadas o subidas hay que calcularlas sobre el precio antes de impuestos y no sobre el precio de venta al público.

Un segundo dato a valorar es que se suele ligar el alza o la bajada del barril de Brent con la de los carburantes. Desde la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP) señalan que lo adecuado es compararlo con la cotización internacional de los carburantes, ya que refleja mejor la evolución del coste de gasolinas y gasóleo. “El Brent está influido por la mayor o menor oferta de crudo y el tipo de cambio entre el euro y el dólar”, remarcan.

El suelo de la gasolina de 95 octanos en el surtidor estaría en 1,28 euros por litro y el de gasóleo en 1,23 euros

Si tomamos la evolución de la cotización internacional de la gasolina de 95 octanos (el equivalente a la gasolina en bruto) desde máximos anuales, ésta ha bajado 12,8 céntimos, mientras que la del gasóleo lo ha hecho ocho céntimos. El mismo cálculo para la gasolina y el gasóleo antes de impuestos revela que el descenso ha sido del 12,3 y 8,7 céntimos, respectivamente. Por lo tanto, una primera aproximación podría darnos a entender que los carburantes ya han recogido casi en su totalidad de la caída de la cotización internacional. Sí en términos absolutos, pero no en términos relativos. La cotización internacional de la gasolina ha retrocedido un 22% desde máximos y el precio antes de impuestos lo ha hecho un 17%. Esos cinco puntos porcentuales de diferencia son el margen de bajada que le queda al carburante, que traducido en euros sería de 1,6 céntimos o un 6,3% en términos relativos. Por su parte, la cotización internacional del gasóleo ha bajado un 14% desde finales de junio y el precio antes de impuestos lo ha hecho un 11,8%, lo que ofrece un margen adicional del 2,5% (apenas un céntimo por litro).

Los últimos datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea, correspondientes al 24 de noviembre, reflejan que el litro de gasolina en España se vendía a 1,308 euros y el de gasóleo a 1,241 euros. Siguiendo el razonamiento anterior y sumando la carga impositiva al precio sin impuestos al que aún deberían bajar los carburantes, el suelo de la gasolina estaría en 1,28 euros y el del gasóleo en 1,23 euros.

Esos precios ya se habrían registrado en la primera semana de diciembre, según los datos que recoge semanalmente Industria. Para la gasolina registra las tarifas de 9.053 estaciones de servicio, de las que 6.202 (un 69%) ya vendían el litro de gasolina incluso por debajo de 1,28 euros. En el caso del gasóleo ya hay 7.220 estaciones de servicio (un 74%) que venden el litro de carburante por debajo de 1,23 euros.

El precio más barato en España, descontando los de Canarias que están gravados con una fiscalidad más baja que en la Península, se dan en Aragón. En Monzón (Huesca) hay una gasolinera que vende el gasóleo por debajo de un euro el litro (en concreto a 0,99 euros) y la gasolina a 1,129 euros.

Cómo se divide el precio de un litro de carburante

El último dato desagregado del coste desagregado de un litro de gasolina y gasóleo corresponde a octubre. La estadística, extraída del Boletín Petrolero de la UE, muestra como el precio era de 1,370 euros por litro, de los que 0,703 euros (un 51,3%) era impuestos. El peso más importante lo tiene el impuesto estatal, con 0,42 céntimos, seguido por el IVA (0,23 céntimos) y el tributo autonómico (0,040 céntimos).

En el caso del gasóleo, el precio de venta al público era de 1,286 euros por litro, de los que 0,594 euros (el 46,1% del total) correspondían a impuestos. La distribución es muy similiar a la de la gasolina: el impuesto especial estatal suma 0,331 euros, el IVA 0,223 y el autonómico 0,040 euros.

La carga fiscal de los hidrocarburos en España se sitúa muy por debajo de la media europea, en el 60% a finales de noviembre para la gasolina y en el 53% para el gasóleo.

Preocupación en México y Oriente Medio

Un escenario de precios bajos en el petróleo es una excelente noticia para los países importadores, como España, que ven rebajada su factura energética. Administración, empresas y hogares obtienen una ganancia de renta disponible que puede ser utilizada bien para gastar, invertir o ahorrar.

En el otro lado se sitúan los productores como Arabia Saudí, México o Rusia, donde se ha extendido el miedo a un escenario de bajos precios. Buena prueba del temor son los planes de contingencia que preparan en caso de que la depreciación del crudo se prolongue. “De persistir la caída en los precios, el Gobierno va a tener que hacer un ajuste significativo en su gasto o en las fuente de ingresos, ya que rediseñó en función de una evolución que no se está cumpliendo”, comentó el director general del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC), José Luis de la Cruz.

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