BBVA acelera las prejubilaciones ante su transformación organizativa
La gran banca ha vuelto este año a presentar planes de prejubilaciones para su plantilla. El objetivo principal es recudir el número de empleados sin medidas traumáticas. BBVA se ha convertido este año en uno de los más activos. En las últimas semanas ha acelerado estas salidas que superarán las 1.500. El cambio de modelo en el que está inmerso es una de las razones que justifica el aumento de las prejubilaciones.
Pese a que la reestructuración en el sector financiero español está dando sus últimos coletazos y las cuentas de resultados de las entidades comienzan poco a poco a recuperar su normalidad, la banca ha vuelto a dar una vuelta de tuerca a su reducción de costes operativos. La baja rentabilidad del negocio bancario, abocado a seguir capitalizándose como consecuencia de las cada vez mayores regulaciones internacionales y por la frágil recuperación de la economía de la eurozona están provocando que el sector busque en el recorte de costes una vía para mejorar sus beneficios.
El último en recomendar a la banca que siga con sus planes de ajustes de oficinas y plantilla fue el pasado lunes el presidente de la AEB, José María Roldán. Santander, BBVA y Popular, han comunicado ya sus planes de prejubilaciones. En el caso de Santander, hasta el momento, se ha producido 1.623 salidas este año por esta vía, según fuentes sindicales.
En el caso de Popular el número de prejubilaciones pactadas para este año será de unos 150, para empleados mayores de 56 años, y para el próximo año el número programado es similar.
En BBVA el plan de prejubilaciones fijado a principios de año de unas 1.100 salidas para trabajadores a partir de los 54 años se ha quedado corto. El banco pretende ampliar el número de prejubilaciones como consecuencia del cambio de modelo en el que se encuentra inmerso en estos momentos para digitalizar gran parte del grupo.
A ello se une la transformación que está sufriendo en la actualidad sus oficinas, con estructuras mucho más grandes en algunos casos, mientras que en otros se están creado sucursales unipersonales. Estas pequeñas agencias unipersonales se encuentran aún en una fase de prueba piloto, con la apertura de unas 15 en toda España. Son oficinas poco rentables que el banco ha optado por mantenerlas con un solo empleado apoyado por una persona contratada temporalmente.
Esta transformación, que también afecta a las funciones de una parte de la plantilla y directores, ha provocado en las últimas semanas un acelerón en su plan de prejubilaciones, aseguran fuentes sindicales.
Estas mismas fuentes calculan que las salidas de empleados por esta vía mayores de 54 años superarán los 1.500, cifra que contrasta con las 1.050 salidas del ejercicio precedente. Fuentes oficiales del banco no hacen comentarios. En España trabajan unas 27.000 personas. El plan del banco que preside Francisco González fija la edad mínima para acogerse a las prejubilaciones en los 54 años, aunque las salidas con esta edad son excepcionales.
Con esta edad el trabajador que decida prejubilarse recibirá el 80% de su salario hasta los 30.000 primeros euros, y de otro 80% para lo que sobrepase. Para los mayores de 58 años recibirán el 91% también de estos primeros 30.000 euros y el 80% del resto que lo supere. Los que superen los 65 años cobrarán el 95% y el 80%, respectivamente. Dentro de esta transformación una de las ideas es simplificar y eliminar las jerarquías, además de la reducción de costes. A partir de 2015 está reducción será de entre 160 millones de euros a 180 millones. El plan de salidas no está vinculado a la compra en julio de Catalunya Banc, firma que se incorporará al grupo en 2015.
El cambio organizativo también tiene su influencia. El banco ha eliminado la denominación de directivo a todos sus altos cargos. Hace años ya eliminó el rango de general, por lo que todos los directores generales se quedaron en directores, cargo que ahora también se suprime. El cambio afecta a 2.000 altos cargos, y está vinculado a la mudanza de sede operativa en Madrid. En el edificio de La Vela, nueva sede operativa del banco no existen despachos, con lo que se pretende mejorar la comunicación y flexibilidad en la gestión de equipos y la eliminación de la denominación de director está ligado a ello.