Ana Botín revoluciona la cúpula directiva del banco
Hace 18 meses, cuando Emilio Botín nombró a Javier Marín consejero delegado de Santander nadie podía imaginarse que 16 meses después el grupo abordaría una auténtica revolución en su cúpula. El que parecía que iba a ser la mano derecha de la presidenta, Ana Botín, apenas ha durado dos meses y medio a su lado.
El consejo de administración de Santander aprobó el martes nombrar a José Antonio Álvarez, hasta ahora director financiero de la entidad, consejero delegado en sustitución de Marín. Este nombramiento ha ido acompañado de una serie de otros importantes cambios en el consejo y entre los responsables de división. Esta revolución, que ha sorprendido a todo el sector financiero, se produce 11 días después de que el banco anunciase también la desaparición de su consejo asesor internacional, en el que se sentaba Rodrigo Rato, para crear otro más de acorde con el perfil más profesional y joven que busca ahora la entidad.
Varias fuentes financieras aseguran que los roces entre Marín y Ana Botín desde que esta tomó las riendas de Santander, el pasado 10 de septiembre tras la muerte de su padre, han sido continuas, aunque en público parecía que predominaba la sintonía. Pese a ello, las mismas fuentes aseguran que en ningún momento sospechaban este repentino y drástico desenlace. Más cuando Marín, de 48 años de edad de los que 23 lleva trabajado en Santander, supone previsiblemente su prejubilación, a la que pese a su edad, tiene derecho al haber sido consejero delegado.
El nombramiento de José Antonio Álvarez como número dos del banco también ha sorprendido al sector, pero en menor medida. No en vano, Álvarez, que fue fichado por Santander en 2002 (provenía de Argentaria primero y luego de BBVA), lleva como responsable de la división financiera desde hace 10 años. “Álvarez tiene todos los números del grupo en la cabeza. Se conoce a la perfección el banco y es muy respetado internacionalmente tanto entre sus homólogos, como entre analistas, fondos de inversión y autoridades supervisoras”, coinciden varias fuentes. Sus relaciones con sus antiguos compañeros de BBVA también son muy buenas, explican en el sector.
Este perfil técnico es el que ha predominado para que Álvarez dé el salto a consejero delegado, puesto que ya había sonado en el mercado cuando se nombró a Marín. Entonces también se barajó en el mercado el nombre de José García Cantera, mano derecha de Ana Botín en su etapa en Banesto. Cantera –seis años más joven que Álvarez (tiene 48 años)– también asciende al ocupar el puesto del ahora número dos como director general de la división de gestión financiera y relaciones con inversores. Cantera era hasta ahora director general de la división de Santander Global Banking &Markets.
Estos cambios han provocado también un pequeño efecto dominó en las direcciones generales. Así, a Cantera le sustituye en su anterior cargo Jacques Ripoll, hasta ahora responsable de banca mayorista global en Santander UK, filial en la que Ana Botín ha sido consejera delegada en los últimos cuatro años hasta que fue nombrada presidenta del grupo.
Javier Marín ha liderado la transformación comercial del Grupo hacia un modelo de gestión más innovador
Desde que Ana Botín sustituyó a su padre tras su fallecimiento, los cambios en la cúpula han ido produciéndose como un continuo goteo. De hecho, cinco de los 15 responsables de división han variado. Lo mismo sucede en el consejo de administración, donde ayer también se produjeron nombramientos significativos, además del de Álvarez.
El banco ha elegido al británico Bruce Carnegie-Brown (consejero de Santander UK y presidente no ejecutivo de Aon Seguros) vicepresidente primero y coordinador de los consejeros externos. Entre sus funciones está el de hacer las veces de presidente en ausencia de Botín. El consejero externo, Rodrigo Echenique (consejero delegado con Emilio Botín entre 1988 y 1994), pasa a ser vicepresidente. El mexicano Carlos Fernández, expresidente del Grupo Modelo y sobrino del expresidente del desaparecido consejo asesor internacional de Santander del que tambiénm formó parte, también se sentará en el consejo como independiente. Lo mismo que Sol Daurella, la presidenta ejecutiva de Coca Cola Iberian Partners, que hasta la semana pasada formó parte del consejo de Sabadell.
Daurella y Fernández cubrirán las vacantes que se produjeron tras la repentina muerte de Emilio Botín a principios de septiembre, y la renuncia de los veteranos Fernando de Asúa y del exministro Abel Matutes, el magnate ibicenco del turismo. Todos los cambios anunciados serán efectivos el 1 de enero de 2015 y tras las autorizaciones correspondientes.
Marín no ha comunicado sus nuevos planes tras ser relevado como consejero delegado, pero todo indica que optará por prejubilarse. Javier Marín tiene derecho por ello a una asignación anual de 800.000 euros al año, según consta en el informe de la comisión de nombramientos y retribuciones de 2013 de la entidad. El cobro de esta cantidad le impide trabajar en la banca, aunque no en otro sector. Como Marín tiene 48 años, podría estar cobrando entre 17 o 19 años, lo que supone unos 14 millones. Además, tiene una pensión acumulada durante los 23 años que lleva trabajando en el grupo de cuatro millones.
En una carta a la plantilla, la presidenta agradece a Marín la gran labor que ha desarrollado en el banco y “muy especialmente” en su etapa de consejero delegado.
Fuentes financieras aseguran que Álvarez formará su propio equipo, por lo que se espera otra reestructuración, pero a segundo nivel, ya que el grupo está inmerso en una profunda transformación.