¿Ser ecológico nos ayuda a ahorrar?
Cada persona tiene el poder de elegir qué estilo de vida seguir. Nadie marca los pasos de otro, y el estilo escogido será aquel que vaya acorde a tu forma de pensar y de entender el universo que nos rodea. Ser ecológico significa la toma de decisiones y llevar a cabo actuaciones que miren por el medio ambiente y que por lo tanto le sean favorables. Por tanto se trata de cuidar todo aquello que está a nuestro alrededor, de forma que se apueste por la sostenibilidad del planeta.
Cuando se habla de ecología, hay un concepto que viene de su mano: el ahorro. Éste es un concepto que forma parte de la espina dorsal de la ecología. Ahorrar en diferentes ámbitos para preservar el medio ambiente, reduciendo emisiones, minimizando el consumo de energía... Todo ello repercutirá en nuestros bolsillos y se podrá ahorrar económicamente hablando para nuestro futuro y por el del planeta.
En el hogar
Se trata de reducir el gasto de los recursos todo lo que sea posible, como por ejemplo en luz, agua y gas. Siguiendo esto, no solo se beneficiará el medio ambiente sino también tu bolsillo. Acciones cotidianas como consumir electricidad de manera responsable apagando aquellos aparatos que no se utilicen o por ejemplo.
Otra forma de apostar por el medio ambiente es invirtiendo en electrodomésticos y aparatos que fomenten el ahorro de energía. Por ejemplo un frigorífico calificado con A+++ será más eficiente y por lo tanto ahorrará más energía. Invertir en un sistema de iluminación en la que las bombillas normales se sustituyan por bombillas de bajo consumo o incluso leds o fluorescentes también contribuirá al ahorro y al medio ambiente.
Transporte
Lo ideal sería dejar a un lado los vehículos de motor que necesitan combustibles para su funcionamiento y que además realizan emisiones nada beneficiosas para el medio ambiente. Pero en caso de no poder prescindir de ello, existen medios de transporte que miran por la naturaleza, como los coches eléctricos. Su precio es mayor al de un coche convencional, pero actualmente existen ayudas por parte del Ministerio de Industria, Energía y Turismo –Plan MOVELE–. Además este tipo de vehículos a la larga ayudan al ahorro ya que no necesitan de un combustible cuyo precio es tan volátil como la gasolina o el gasóleo.
En alimentación, son productos más caros
Al entrar de lleno en una cultura ecológica, la alimentación se convierte en un actor protagonista. Sin embargo los alimentos que son ecológicos, es decir que han sido producidos siguiendo unas directrices en las que no entran en juego por ejemplo abonos químicos, piensos alterados o pesticidas, son más caros a la hora de adquirirlos. El aumento de precio viene motivado porque este tipo de productos siguen siendo una minoría –aunque bien es verdad que cada vez son más los mercados ecológicos donde encontrar este tipo de alimentos–, es decir, no se sigue una producción industrial, y buscan sobre todo ir de la mano con la naturaleza, interiorizando muy bien los costes ambientales y sociales de su producción.
El cuidado al medio ambiente para producir este tipo de productos añade un valor al producto, lo que también se puede ver reflejado en el precio. De igual modo y como en todo, se trata de encontrar aquel establecimiento en el que ofrezcan un mejor precio, ya que los defensores de este tipo de alimentos dicen que no tiene por qué estar reñido el alimento con el precio.
Quizá son actitudes que en el momento pueden resultar caras –como por ejemplo la instalación de un nuevo sistema de iluminación o la compra de un vehículo eléctrico–, pero que a largo plazo contribuyen notablemente al ahorro. Es un modo de que actuar de una forma responsable para con el medio ambiente a la vez que se actúa de forma responsable para con el bolsillo.