Capacidad de adaptación y flexibilidad, las competencias más buscadas
Movilidad geográfica y mental, capacidad para evolucionar, adaptación rápida al puesto de trabajo… Los profesionales se amoldan a las necesidades de las empresas
En un entorno cambiante como el actual, los puestos y los perfiles de los trabajadores no pueden ser estáticos sino que deben amoldarse a las necesidades de la empresa en cada momento.
Por tanto, “flexibilidad y capacidad de adaptación son, hoy por hoy, dos competencias esenciales”, opina Marta Blasco, profesora del Máster en dirección de recursos humanos del CEF (Centro de Estudios Financieros) y de la UDIMA (Universidad a Distancia de Madrid).
En un mercado laboral tan complicado como el nuestro, los profesionales no pueden permanecer estancados en su área de confort, deben moverse de manera alineada con los objetivos de la empresa, sostiene Blasco.
“En su desempeño, habrá tareas que coincidan con su perfil y otras que no tanto; la clave está en saber dar respuesta a esas diferentes situaciones”, precisa.
Por otra parte, los profesionales que buscan empleo están cada vez más concienciados de las necesidades de las empresas y comprenden que deben aprender a desenvolverse en esos nuevos escenarios, y creen que su valor está en su capacidad para evolucionar, para estar permanentemente formándose, y para adquirir nuevos conocimientos y competencias.
Marta Blasco considera que las compañías buscan perfiles muy orientados a objetivos, con un componente comercial y que contribuyan a los objetivos generales de compañía; también que se desenvuelvan en los nuevos entornos digitales.
En esta misma línea se sitúan las conclusiones de la previsión anual de contratación realizada por Randstad de cara a la campaña de Navidad, que se inicia en noviembre y se prolonga hasta enero. Es decir, las empresas solicitan perfiles más cualificados y con experiencia demostrada para que la contratación incremente tanto sus ventas como la productividad y la eficiencia en poco tiempo.
“La adaptabilidad al puesto en un corto plazo de tiempo supone un valor añadido que beneficia al candidato, más aún cuando se trata de sustituciones o refuerzos, independientemente del sector en el que se contrate”, indica el informe.
El perfil del demandante de empleo durante esta campaña es un profesional de entre 25 y 40 años con estudios secundarios. En muchos de estos casos, además, se encuentran cursando estudios superiores, como formación universitaria o ciclos formativos de grado superior. Asimismo, la demanda de trabajadores con experiencia previa conlleva una oferta que se adecúe a estas necesidades.
Marta Díaz Barrera, fundadora de Talentoscopio, señala que las competencias que se buscan hoy van más allá de las clásicas, “y la principal es demostrar talento en cada tarea”. En su opinión, la movilidad, geográfica y mental, es fundamental porque el mundo es global y los candidatos deben demostrar que son capaces de desplazarse, trabajar en otros países y entender muy rápidamente maneras de funcionar de otros mercados y culturas empresariales.
También es imprescindible la conectividad. Es decir, “la capacidad para saber usar distintos dispositivos y generar valor con los mismos. El acceso a la información y la gestión de dicha información están cambiando”, puntualiza.