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Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Apuntalar el ahorro privado en pensiones

La banca ha iniciado la recta final del año con una potente campaña comercial en torno a los planes de pensiones y las ventajas de ahorrar para la jubilación. Frente a lo ocurrido en los últimos años, en este ejercicio concurren dos grandes factores que hacen prever una campaña con mejores cifras: la evolución positiva de la situación económica en España –así como de la confianza de los españoles– y los cambios fiscales en esta materia. Factores como la rebaja del límite de aportaciones a los planes, que comenzará a operar en 2015 e incentivará, por tanto, que los titulares de los planes realicen mayores aportaciones este año, o la posibilidad de reembolso anticipado para los planes de pensiones con más de diez años, que hará más atractiva esta fórmula de ahorro para los trabajadores más jóvenes, hacen prever un mejor cierre de año. A ello hay que añadir otras medidas incentivadoras, como las que se refieren a las comisiones de gestión y depósito que se aplican a estos productos y que entraron en vigor ya el pasado 2 de octubre. Desde esa fecha, la comisión de gestión máxima no puede superar el 1,5% anual y la depósito, el 0,25%.

Todos estos cambios convergen en un mismo objetivo: fomentar el ahorro privado de cara la jubilación en un país en el que este no tiene excesivo arraigo. Las cifras son elocuentes. El patrimonio acumulado en España en este tipo de productos financieros asciende a 97.000 millones de euros, con un capital medio por partícipe de 7.000 euros. Una cifra muy baja en relación a la que se maneja en otras economías de nuestro entorno y un elemento de indiscutible presión sobre un sistema público de previsión social cuya sostenibilidad se ha convertido en un problema de futuro.

El debate sobre la sostenibilidad del sistema público de pensiones debe ir indisolublemente ligado a la necesidad de aumentar en España el ahorro privado para la jubilación. Garantizar la buena salud de la caja de las pensiones constituye un vieja asignatura recurrente, que se ha convertido en urgente tras una crisis económica cuyos efectos destructivos en el empleo seguirán siendo patentes en los próximos años.

Prueba de la magnitud que ha alcanzado el gasto público en pensiones en España es que este se ha visto incrementado un 34,3% desde el inicio de la crisis y acapara ya el 38% de la tarta de los Presupuestos generales. Es cierto que se ha realizado un ejercicio de control de las cuentas del sistema que garantiza por ley la austeridad en la gestión. Pero también lo es que se trata de un problema muy complejo y que, como tal, no puede abordarse desde un solo frente. Es en este contexto en el que hay que situar la necesidad de favorecer e incentivar la cultura del ahorro privado para la jubilación en España y de hacerlo con la conciencia de que con ello se apuntala también la sostenibilidad del sistema público. Tanto la mejora del clima de la economía como las ventajas tributarias ligadas a la inversión en planes de pensiones son dos elementos clave para avanzar en este camino. Pero claro está que no resultan suficientes.

A ello hay que sumar el reto de implantar una verdadera cultura de ahorro privado que normalice la inversión en este tipo de productos en los distintos niveles de renta y nos equipare con los países de nuestro entorno. Se trata de un objetivo en el que los intereses comerciales de las entidades financieras están llamados a jugar un papel fundamental, pero en el que no deben faltar tampoco medidas económicas incentivadoras y acciones de educación financiera. El motivo es que las sombras sobre el futuro de las pensiones constituyen un problema social, pero también macroeconómico. La buena salud del sistema contributivo apuntala la confianza de los ciudadanos en que al final de su vida laboral contarán con una razonable seguridad financiera, y esa seguridad constituye un pilar fundamental para el crecimiento económico. Dado que el futuro de España incluye lidiar con una alta tasa de paro, una población envejecida y un entorno global complejo, la inversión en planes privados de pensiones no es solo una opción, sino una creciente necesidad.

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