¿Deben invertir las pymes en marketing?
Según el estudio Retrato de las Pyme 2014 publicado por la Subdirección General de Apoyo a la Pyme del Ministerio de Industria, Energía y Turismo, el 99,88% del entramado empresarial en España está compuesto por Pyme. Todas ellas, compiten en un mercado globalizado donde las Grandes Corporaciones cuentan con abundantes recursos para promocionarse y posicionarse a través del Marketing y la Comunicación. Evidentemente, las Pyme no pueden igualar los presupuestos de estas grandes corporaciones. Por tanto, ¿deberían renunciar a invertir en marketing y comunicación ante una batalla tan desigual? La respuesta es no.
El marketing y la comunicación son las herramientas con las que cuentan las empresas para dar a conocer sus productos o servicios y encontrar el posicionamiento necesario en el mercado, para que los potenciales clientes compren o contraten éstos, por encima de los ofertados por la competencia. Además, ha de ser la punta de lanza del Departamento Comercial. Porque, a diferencia de lo que contaban nuestras abuelas, “el buen paño en el arca no se vende”. Antes de la década de los 90, en la Era Pre-internet era imprescindible una fuerte inversión en marketing y comunicación para llegar al cliente potencial. A mayor inversión, mayor alcance. Sin embargo, la llegada de internet ha traído nuevas herramientas a las empresas para alcanzar sus objetivos, democratizando el uso del marketing y la comunicación, al poderse realizar grandes campañas a costes muy inferiores. Ya no es cuestión de altos presupuestos para alcanzar los objetivos. Ahora es una “buena estrategia” la que se puede llevar una amplia porción del pastel del mercado. Y esta, la estrategia, debe basarse en el conocimiento del sector en el que se opera, en la localización del público objetivo, en entender qué es lo que espera ese público objetivo del producto o servicio y en darle a conocer a ese determinado cliente nuestra oferta. En todos estos ámbitos es donde el marketing digital y la comunicación 2.0 nos pueden ayudar. De los rápidos avances de internet, el marketing y comunicación han sido las áreas empresariales que mayor partido han sacado. Prueba de ello es el inbound marketing, (compuesto por el marketing de contenidos, SEO y social media marketing), el marketing móvil o la comunicación 2.0 utilizando la viralidad que nos ofrecen las redes sociales y las múltiples plataformas que encontramos en la red. Sin embargo, nuestras empresas no están aprovechando todo el potencial que nos ofrece la red. Por poner algún ejemplo, según el Estudio sobre Páginas/Sitios Web de Empresa 2013 en la UE, difundido por el Instituto de Estudios Económicos, en España solo el 68% de las empresas tienen página web. La media de UE es del 73% y países como Finlandia, Dinamarca o Suecia están por encima del 89%
Pero quizá el caso más significativo es el del marketing móvil. En la última edición de Mobile World Congress que tuvo lugar en Fira de Barcelona, Google presentó su estudio Our Mobile Planet: Global Smartphone User, que colocaba a España como segundo país con mayor penetración en smartphones con un 44%, por delante de países como Estados Unidos, Francia, Alemania o Japón y solo detrás de Reino Unido, con un 45%. Sin embargo, el dato más revelador, nos lo ofrece un reciente estudio de Distrendia, consultora de estrategia Digital, que dice que a pesar de la alta usabilidad de los smartphones y tabletas en nuestro país, las empresas españolas solo utilizan un 1% de sus presupuestos de marketing a movilidad, realizando escasa campañas a través de SMS, segmentación basada en geolocalización o publicidad móvil. Es decir, las empresas españolas aún no se han dado cuenta que su cliente es móvil. Vivimos tiempos de cambios, no solo por la crisis sino también por las nuevas herramientas que nos ofrece la tecnología, en un avance vertiginoso perceptible casi día a día. Ambos cambios, la crisis y la tecnología, requieren en las empresas una rápida adaptación. En este sentido, aunque nos sorprenda, las grandes corporaciones juegan en desventajas frente a las Pyme porque si las primeras cuentan con altos presupuestos, las segundas cuenta con estructuras mucho más pequeñas, lo que las hace más ágiles y adaptable a los cambios e implantación de nuevas estrategias, características esenciales para el marketing y la comunicación de la era de internet, por encima del presupuesto. Como dijo Charles Darwin, “no sobreviven las especies más fuertes, ni las más inteligentes, sino las que mejor se adaptan al cambio”.
Inés Sánchez es Experta en marketing y comunicación