Claves de la reunión más tensa del BCE
Mario Draghi se ha enfrendado a una de las reuniones mensuales más tensas del consejo de gobierno del Banco Central Europeo (BCE) desde que tomara las riendas de la institución el 1 de noviembre de 2011. La supuesta unanimidad ante las medidas de estímulo puestas en marcha de la que ha hecho gala Draghi se habría resquebrajado, según las informaciones publicadas esta semana, con un puñado de gobernadores alejándose cada vez más del estilo del italiano.
Draghi se encuentra ahora en una encrucijada en la que, según Bloomberg, tendrá que probar los límites de su poder dentro de la entidad y preparar bien el terreno si quiere seguir adelante con las políticas expansivas sin provocar una rebelión interna. En otras palabras, debe dar la señal de que tiene el control sin dinamitar el consejo. Por lo pronto, en la reunión de este jueves ha enfatizado que el BCE es "unánime" en su decisión de utilizar más estímulos "si fuera necesario".
¿Por qué hay discrepancias dentro del BCE?
Según publicó Reuters el martes, algunos miembros del BCE estarían en contra de la forma en la que Draghi dirige la institución, más en solitario que en equipo, y discrepan de su método de comunicación. Cinco Días ya informó este lunes de los movimientos para debilitar al presidente del banco o incluso forzar su dimisión. En el famoso discurso de Jackson Hole, Draghi cambió el discurso oficial e improvisó hasta el punto de que sugirió la compra de deuda pública al estilo de la Reserva Federal, lo que molestó a una sección del consejo.
¿Qué ha prometido Draghi?
El presidente del BCE anunció en septiembre un programa de compra de ABS y de cédulas hipotecarias. Además, avanzó la intención de elevar el balance del BCE al de principios de 2012, lo que supondría adquisiciones por una cuantía de alrededor de un billón de euros. Una cifra en la que ha vuelto a insistir hoy, en reiteradas ocasiones durante la rueda de prensa posterior a la decisión de mantener los tipos de interés en el 0,05%.
¿Quién se opone?
Jens Weidmann, presidente del Bundesbank, es el miembro del consejo del BCE que más abiertamente se opone a los programas de compra de deuda. El germano ha criticado públicamente el plan para comprar activos respaldados por valores (ABS) y se ha vuelto a oponer a la puesta en marcha de un programa de compra de deuda pública, dado que el banco central no tiene permitido financiar a los países.
Pero además de la consabida oposición alemana, otros miembros del BCE habrían mostrado su descontento con la explicitación del nivel al que el BCE quiere llevar su balance.
¿Qué más puede hacer Draghi?
Sin cambios esperados en los tipos de interés, el mercado está atento por si Draghi da u paso adelante en cuanto a medidas no convencionales, en un contexto de baja inflación y de deterioro económico de la zona euro.
Una parte del mercado podría estar barajando referencias a nuevos estímulos, como la rumoreada compra de deuda corporativa, la compra de deuda pública en el futuro o mejora en las condiciones de los TLTROs para hacerlos más atractivos de cara a la subasta de diciembre.
“Draghi tendrá la oportunidad de valorar la filtración realizada por Reuters hace dos semanas, en la que se apuntaba a que el BCE lanzaría un nuevo programa de compras de bonos corporativos, que le ayude a incrementar su balance hasta los niveles del año 2012”, explica Daniel Pingarrón, estratega de IG Markets.
¿Con qué apoyos cuenta el presidente el BCE?
Fuentes del mercado apuntan a que de los 18 miembros del consejo de gobierno, una mayoría de 14 todavía respaldan la gestión de Draghi. Entre ellos estarían los bancos centrales de Francia, Italia y España. Otros siete miembros parecen firmemente opuestos a las políticas actuales del BCE, y tres dudarían.