Los ciudadanos europeos no quieren ser empresarios
Sólo al 37% le gustaría ser empresario. En EE.UU. el porcentaje es de un 55%, y el 71% de los ciudadanos chinos querría ser empresario.
Los ciudadanos europeos son los que menos ganas tienen de ser empresarios, según datos de la Unión Europea extraídos de las conclusiones del programa para la competitividad de las empresas y de las pymes (COSME). Este informe plantea los principales problemas de las pymes a nivel europeo, así como la creación de una serie de medidas para que puedan solventarse en la mayor brevedad posible, con una serie de incentivos, ayudas y nuevos órganos de trabajo coordinados por la UE. Entre las problemáticas que plantea el informe llama la atención la baja intención por parte de la ciudadanía europea de formar parte del mundo empresarial, en comparación con otros países altamente industrializados, como por ejemplo Estados Unidos o China.
Según el informe COSME, tan sólo al 37% de los habitantes europeos les gustaría ser empresario, una cifra que llega al 55% cuando se realiza esta misma pregunta a ciudadanos estadounidenses. Si planteamos la misma cuestión en China el porcentaje se dispara, duplicando las intenciones de los europeos. Al 71% de los ciudadanos del gigante asiático les gustaría ser empresario.
Financiación y dificultades administrativas
Al margen de la escasa motivación en comparación con otros países, la UE destaca otros dos problemas a los que actualmente tiene que hacer frente la pyme: las tareas administrativas y la falta de financiación.
Según los datos del COSME entre el 70 y el 80% de los negocios que se realizan entre Estados miembros encuentran dificultades administrativas. Por otro lado, entre 400.000 y 700.000 pymes son incapaces de obtener un préstamo del sistema financiero habitual. Ambas situaciones condicionan las acciones de exportación, de manera que sólo un 25% de las pymes continentales venden sus productos o servicios dentro de Europa, mientras que sólo un 13% de las pequeñas y medianas empresas logran contar con recusos para iniciar actividad comercial fuera de la Unión.
Para solventar estas circunstancias y mejorar la competitividad de la pyme, la UE presenta el programa COSME, una batería de más de una veintena de acciones globales que combinan la inyección directa, las subvenciones, la creación de organismos públicos y la elaboración de informes de análisis, con la intención de eliminar, entre 2014 y 2020, los problemas mencionados al inicio de este artículo.
