Los trabajadores autónomos con más riesgo de pobreza que los asalariados
Así lo reflejan datos de Eurostat, recogidos en el informe Pobreza y trabajadores pobres en España, elaborado por Comisiones Obreras
Las personas que tienen un empleo por cuenta propia tienen un mayor riesgo de pobreza que aquellas que se encuentran dentro del Régimen General de Trabajadores como asalariados. Así lo refleja el Informe elaborado por Comisiones Obreras, 'Pobreza y trabajadores pobres en España', que a su vez hace referencia a una serie de datos de Eurostat, la oficina de estadísticas de la Unión Europea.
Según estos datos, en el año 2012 la tasa de pobreza entre las personas que trabajan por cuenta propia era en España de un 35,5%. Esto supone 20 puntos más que el índice de pobreza que se da en personas ocupadas, que en nuestro país se sitúa en un 12,3%. Los trabajadores autónomos no sólo salen perdiendo en esta comparativa con respecto a los trabajadores por cuenta ajena en nuestro país. Si analizamos la tasa de los autónomos españoles frente a la del resto de países de la Unión Europea obtenemos como resultado que mientras que el 35% de los españoles por cuenta propia estarían dento de la considerada tasa de pobreza, sólo el 23% entraría en ese mismo ratio a nivel europeo. De hecho, sólo los autónomos rumanos presentan peor dato porcentual, con un 54% de autónomos en riesgo de pobreza. En el lado opuesto se sitúan países como Hungría, República Checa y Bulgaria, con un 5, un 9 y 10 por ciento respectivamente.
El autónomo con más riesgo de pobreza que la autónoma
El informe también realiza una comparativa por sexos, que determina que la mujer tiene menos riesgos de entrar en situación de pobreza que el hombre, dentro de los trabajadores por cuenta propia. De este modo, del 35% de autónomos en riesgo de pobreza, el 38% serían hombres, mientras que el 29,2% serían mujeres.
El informe concluye que el riesgo de pobreza está más cerca de los empleados que cuentan con trabajos temporales, así como para las personas que llevan menos de un año trabajando. E insiste, una vez más, en señalar a los empleados por cuenta propia como "más vulnerables" a situaciones de pobreza que los contratados por una compañía.