Parece que el BCE necesita ayuda
Los inversores siguen sin impresionarse por los esfuerzos del Banco Central Europeo para impulsar la inflación en la zona euro. Aunque eso puede fortalecer a opinión de quienes quieren que el BCE se embarque en las compras de bonos, incluso tales medidas desesperadas pueden fracasar.
Las crecientes dudas sobre si la política monetaria puede elevar la inflación casi cero de la zona euro se refleja en criterio preferido del BCE de expectativas sobre la inflación, que realizan un seguimiento de cómo los inversores ven el comportamiento de los precios durante un período de cinco años, dentro de cinco años. Esta medida se recuperó brevemente en agosto tras el esfuerzo de Draghi para flexibilizar aún más la política monetaria. Pero no duró mucho, y la medida se ha acercado al mínimo histórico del 1,91% esta semana. Esto sucede pese al recorte de tipos de septiembre, el esquema de los planes para comprar valores respaldados por activos y bonos garantizados, y la puesta en marcha del plan de préstamos a largo plazo para los bancos presentado hace unos meses.
Por supuesto, las expectativas de los inversores pueden ser demasiado pesimistas. La demanda de la primera ronda de préstamos del BCE fue decepcionante la semana pasada, pero habrá otro lote en diciembre, que podría atraer más interés. Además, la caída del euro ayudará a elevar la inflación.
Las dudas sobre que la política monetaria pueda elevar la inflación se refleja en las expectativas sobre esta
Pero cuanto más tiempo se mantenga baja, y más caigan las expectativas de inflación, más difícil será para el BCE evitar remedios más radicales.
Aun así, es posible que la compra de bonos no sea la respuesta. Se supone que la disminución de los costes de financiación soberana llegará a la economía, pero no ayudará si las familias se sienten muy inseguras y empobrecidas para endeudarse. La flexibilización cuantitativa de Estados Unidos y Reino Unido no tenía el objetivo explícito de elevar la inflación y, si la experiencia sirve de guía, la compra de bonos no garantiza alcanzar los objetivos de inflación.
No es de extrañar que Draghi inste al gobierno hacer su parte.