Grupo Ortiz: desafíos de la internacionalización
Grupo Ortiz es una constructora de referencia a nivel nacional embarcada de lleno en un proceso de internacionalización, necesario ante el descenso de la licitación pública en el mercado doméstico; un hecho que ha afectado de forma manifiesta a su facturación, ya que las entidades y las Administraciones representan más del 60% de su cifra de negocio. Axesor ha realizado un rating a la constructora, a petición suya, con un resultado de calificación de BB, con tendencia positiva.
Los últimos años del grupo se caracterizan por una persistente contracción de la cartera doméstica, que empieza a ser contrarrestada por la creciente internacionalización. En este sentido, destacan unos avances significativos en los últimos meses en contratación internacional, alianzas estratégicas y una rápida mejora en la capacidad de generación de caja. La constructora está presente en 10 países de Europa, América Latina y el norte de África. A pesar de que en 2012 el 84,5% de la facturación aún procedía de España, la cifra descendió en 2013, hasta el 63,5%. México, Colombia y Perú son los tres países que focalizan la estrategia de crecimiento internacional, con un calendario previsto de ejecución de contratos que entre los tres países tiene un valor total de 154,7 millones hasta 2016.
La estructura financiera destaca por un nivel de capitalización positivo, manteniendo además un grado de endeudamiento moderado respecto al margen operativo, matizado con niveles de deuda asociados a la actividad patrimonialista, pero sin llegar a umbrales que se puedan considerar elevados y manteniendo un calendario de vencimientos equilibrado (el 64,75% vence a partir de 2016). El 63,4% de esa deuda pertenece al segmento de negocio inmobiliario, principalmente de largo plazo.
Desde Axesor valoramos el estado de liquidez de la compañía como moderadamente positivo. Se detecta cierta incertidumbre asociada a fluctuaciones en el working capital motivadas por el proceso de internacionalización, donde el talón de Aquiles de la constructora es su todavía escasa experiencia en el campo internacional. Esta situación viene matizada por el hecho de que Grupo Ortiz cuenta con palancas de liquidez que consideramos como muy positivas en cuanto a la flexibilidad financiera. Entre ellas destacan las inversiones realizadas en concepto de equity en las diversas concesiones que se mantienen y que, en función de la tasa de descuento con que se materializase su venta, se podrían valorar entre 112 y 182 millones de euros. Adicionalmente, la firma cuenta con 39 millones de disponibilidad en líneas de crédito y otros 28,7 millones en líneas de factoring.
Pese al descenso significativo de la facturación en 2013 (cayó un 23%, hasta 392 millones), la compañía ha obtenido una mejora manifiesta en sus márgenes y resultados. Los periodos de ejecución previstos para la cartera contratada en las diferentes líneas de negocio, así como la contratación alcanzada en los primeros meses de este ejercicio nos hacen concluir que la facturación de 2014 superará a la del año pasado. Respecto a la mejora de márgenes y rentabilidad, además de una transformación en la estructura de costes, se percibe una mejora importante en el proceso de evaluación, estudio y licitación de la nueva contratación. Valoramos de forma muy positiva la mejora del margen de ebitda hasta el 12,06%, frente al 4,79% de 2012.