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Los reduce al 0,05%, mínimo histórico

Draghi baja los tipos y pide más estímulos fiscales en la zona euro

El presidente del BCE dice que no puede lograr el objetivo de inflación solo y que "necesita crecimiento" para conseguirlo Pondrá en marcha programas de compra de deuda en un mes "No crecer tiene un coste social: los nuevos entrantes al mercado de trabajo cobran lo mismo que en los años 80", asegura

Nuria Salobral

El BCE ha certificado el agravamiento de la situación económica de la zona euro y, en respuesta, ha anunciado nuevas medidas con las que reforzar la línea de actuación anunciada en junio y con las que la institución da un paso más allá en su política de estímulos. Draghi anunció una rebaja de tipos de interés al 0,05%, con la que el precio del dinero en la zona euro ya sí toca suelo definitivamente, y el inicio en octubre de un programa de compra de bonos de titulización (asset banck securities, ABS por sus siglas en inglés), que deberá servir como complemento a las subastas de liquidez TLTRO con el objetivo último de reactivar el crédito.

En una decisión sin precedentes, la institución comenzará así a asumir parte del riesgo en balance de las entidades financieras europeas para de este modo liberarlas de activos y facilitar el terreno para que asuman nuevo riesgo en la concesión de nueva financiación.

Pero Draghi también ha insistido, con una contundencia inusual, en que la tarea de la salida de la crisis y la recuperación económica no corresponde únicamente al BCE, que actúa en su parcela de política monetaria. Ha vuelto a abogar por las reformas estructurales, como pilar básico con el que recuperar la confianza de cara a los inversores, y, como principal novedad, ha reclamado estímulos fiscales a los gobiernos de la zona euro. “Es muy difícil para nosotros alcanzar los objetivos de estabilidad de precios solo con política monetaria, necesitamos crecimiento”, afirmó Draghi. Y ese crecimiento va a ser inferior a lo previsto en junio por el BCE, que ha rebaja sus previsiones de aumento del PIB para 2014 y 2015 y también ha revisado a la baja su expectativa de alza de precios para este año, que será del 0,6% en lugar del 0,7% estimado hace tres meses.

Bajada de tipos

El recorte del precio del dinero era una de las medidas que los expertos barajaban para la reunión de hoy, aunque sin demasiada convicción. Pero el BCE ha sorprendido con un recorte de otros 10 puntos básicos, hasta el 0,05%, que los deja en la práctica a cero. “Ahora ya han tocado suelo”, reconoció Draghi, que justificó la medida en que con este recorte se elimina ya cualquier expectativa de una rebaja adicional en los próximos meses. El BCE hace así más atractivas las condiciones para que la banca acuda a las subastas de liquidez condicionada a la concesión de crédito TLTRO, que arrancarán el 18 de septiembre y en las que la institución prestará dinero con un diferencial de 10 puntos básicos sobre los tipos de referencia. Ahora ya no habrá incentivo para la banca participar en subastas posteriores a la de septiembre puesto que no habrá recorte alguno de tipos en el horizonte.

Crecimiento económico

La intervención de Draghi, y las medidas anunciadas hoy, certifican el declive económico de la zona euro que han mostrado los datos de crecimiento del segundo trimestre –con contracción del 0,2% en Alemania, estancamiento en Francia y recaída en la recesión de Italia- y los indicadores publicados en el tercer trimestre. “El resultado es más débil de lo esperado. El tercer trimestre indica una pérdida de ritmo del crecimiento cíclico”, ha expuesto Draghi, que ha advertido que esa pérdida de ritmo podría afectar a la inversión privada y no ha pasado por alto los elevados niveles de desempleo de algunos países.

Así, el BCE ha revisado a la baja las estimaciones de crecimiento lanzadas en junio. Ahora prevé un alza del PIB en la zona euro del 0,9% este año, frente al 1% anterior y del 1,6% en 2015, frente al 1,7% de junio. Para 2016 eleva en cambio una décima su previsión de crecimiento, del 1,8% al 1,9%. En cuanto a las previsiones de inflación, ha rebajado una décima el alza de precios previsto para este año, del 0,6% desde el 0,7% apuntado en junio, y mantiene sin cambios la previsión de aumento del 1,1% en 2015 y del 1,4% en 2016. “En agosto hemos visto un empeoramiento del panorama a medio plazo de la inflación”, ha reconocido Draghi, que ha recordado lo que ya mencionó en su discurso en Jackson Hole, que el indicador de expectativas de inflación a cinco años estaba por debajo del 2% del objetivo de la política de estabilidad de precios del BCE.

Compra de bonos de titulización

Draghi ya avanzó esta medida en junio y ha dado nuevos detalles hoy, reforzando la apuesta por esta vía como fórmula para incentivar el crédito bancario. El BCE comenzará a adquirir bonos de titulización en el mes de octubre, junto con cédulas hipotecarias y por una cuantía que Draghi no quiso precisar pese a que momentos antes de la rueda de prensa se filtró una cifra de medio billón de euros, según la agencia Reuters. Las palabras de Draghi sí revelan en cualquier caso que la apuesta es firme y reconoció que, junto con la TLTRO, va a tener “un impacto considerable” en el balance del BCE.

Draghi explicó que el BCE hará compras directas de cédulas hipotecarias y de bonos de titulización, un activo que afirma conocer y sobre el que tiene experiencia en su gestión puesto que hasta ahora ha servido como colateral para obtener financiación ante la institución. El presidente del BCE ha querido rebajar el estigma de activo tóxico que tienen las titulizaciones a raíz de la quiebra de Lehman y ha señalado que la prioridad será la compra directa de los tramos más senior de estos bonos, en línea con lo que hizo la Reserva federal. El objetivo, según explicó Draghi, es “abrir espacios” en el balance de los bancos, que traspasarían así su riesgo el BCE y quedaría más libres para conceder nuevo crédito. Las compras incluirán también las titulizaciones de crédito al sector inmobiliario y serán un complemento a la activación de las líneas TLTRO. Esta liquidez, que podrá alcanzar hasta el billón de euros, está condicionada a la concesión de crédito. De modo que con el alivio en riesgo que supondría para la banca la venta de titulizaciones al BCE, le quedaría mayor margen para destinar a nueva financiación la liquidez que solicite en las próximas subastas TLTRO.

Quantitative easing

El consejo de gobierno del BCE debatió también la activación del QE, la adquisición de activos del sector privado y público, según definió el propio Draghi esta fórmula, la más extraordinaria de todas. Por el momento, las compras directas se limitarán a los ABS. Las deudas de compra soberana, de llegar a realizarse y según apuesta el mercado, se harían esperar. “Las medidas de hoy están orientadas a facilitar el crédito”, recordó Draghi.

Falta de unanimidad en el Consejo de Gobierno

Mario Draghi ha comenzado por señalar que la postura del consejo de gobierno es “unánime en la necesidad de usar instrumentos no convencionales dentro de su mandato”. Pero, en respuesta a una pregunta en la rueda de prensa, ha reconocido que no todos los consejeros estaban de acuerdo con las medidas anunciadas hoy, en alusión a la compra de bonos de titulización. Ha afirmado que hay una “mayoría cómoda” a favor de las medidas, que en todo caso se habrían quedado a mitad de camino entre quienes desean menos estímulos y los consejeros que desean ir más lejos.

Sobre la firma

Nuria Salobral
Es jefa de la sección de Inversión en el fin de semana y redactora especializada en temas financieros y política monetaria. Trabaja en Cinco Días desde 2006, donde ha cubierto la quiebra de Lehman Brothers, el rescate a la banca española o las decisiones del BCE. Nacida en Madrid, es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense.

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