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Columna
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Ros Stephenson, un buen contacto

Ros Stephenson podría ganar pronto un concurso de popularidad en Wall Street. Cuando comience a dirigir la banca de inversión para las Américas de UBS este mes, Stephenson será uno de los pocos jefes contratados con entusiasmo.

Una continua sucesión de escándalos y agitaciones ha hecho mella en el grupo suizo. Varios altos cargos desertaron, con un coste para los ingresos de UBS justo cuando las fusiones y las OPV repuntaron con fuerza.

Aunque una vez estuvo presente con regularidad entre los 10 primeros en las clasificaciones de fusiones y adquisiciones de Estados Unidos, UBS solo llegó al puesto 14 en julio. Su botín de de comisiones, según cálculos de Thomson Reuters y Freeman Consulting, ha caído de más del 5% en 2008 a menos del 2% en 2014.

Revivir la franquicia estadounidense obligará a Stephenson, hasta hace poco presidenta de banca de inversión de Barclays, a doblar al menos la cifra de directores generales responsables de la cobertura de clientes en los próximos años. Aunque UBS no ha perdido a ningún alto directivo en Estados Unidos este año, su número se ha reducido a menos de 50. También necesita al menos 18 meses para cosechar todos los beneficios de estas nuevas contrataciones.

Sin embargo, Stephenson no podrá recibir y devolver todas las llamadas. UBS ha intentado ser prudente en lo referente a su expansión en Estados Unidos, centrándose en donde puede hacer marca. Esto incluye la alineación con su fortaleza europea en las instituciones financieras y de energía.

Por el contrario, el tono de UBS podría tener un atractivo limitado. El banco paga menos por sus bonos en efectivo, con una mayor proporción de valores y una forma única de capital contingente en comparación con muchos competidores, a la vez que aplaza premios por más tiempo. El de Stephenson podría ser un contacto interesante, pero también una llamada difícil de hacer.

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