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El selectivo avanza un 0,08% hasta los 10.755 puntos

Segundo día de planicie en el Ibex a la espera de la reunión del BCE

Panel del índice DAX en la Bolsa de Francfort
Panel del índice DAX en la Bolsa de FrancfortSTRINGER/GERMANY (REUTERS)

Como el día de la marmota. Los mercados siguen a la espera de la reunión de pasado mañana del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE). Los inversores están paralizados, al igual que en la sesión de ayer, con muy poco movimiento en un mercado que debate los pasos que podría dar el organismo presidido por Mario Draghi en su encuentro del jueves. Mientras llega la esperada reunión, los datos macroeconómicos que se publican apenas son capaces de mover a las Bolsas. Hoy se ha sabido que la actividad del sector manufacturero creció en agosto al mayor ritmo en tres años. Con Wall Street prácticamente plano en su primera sesión de la semana tras permanecer cerrado ayer por festivo, las Bolsas europeas siguen guiadas por la cautela. El Ibex sube un 0,08% hasta los 10.755 puntos.

Las referencias macroeconómicas pasan a un segundo plano frente a las expectativas de acción del BCE, aunque estas han sido rebajadas por los expertos. Según la agencia Bloomberg, de las 55 casas de análisis que han dado su opinión sobre lo que hará el banco central en su reunión del jueves, solo cinco creen que acordará una nueva bajada de tipos. Los inversores se mantienen a la expectativa de aquel encuentro. Como destacan desde Link Securities, “hasta el jueves, los inversores en los mercados de valores europeos mantendrán una actitud de prudencia, lo que se dejará notar en la actividad en los mismos, que será reducida, y en el comportamiento de los índices, que esperamos entren en una pequeña fase de consolidación, moviéndose de forma lateral”. Así es como se están comportando los principales índices europeos. El Cac francés cede hoy un 0,1% y el Dax alemán sube un leve 0,25%.

Entre los datos publicados hoy está la cifra de paro del mes de agosto en España, que ha ido algo mejor de lo que esperaba el consenso de los analistas. También se han conocido los precios de producción en la zona euro, que cayeron un 0,1% en julio y un 1,1% en tasa interanual, justo lo esperado por los analistas. Al otro lado del Atlántico se han publicado los índices ISM y PMI de actividad del sector manufacturero. Este último, que se elabora mediante una encuesta a las principales empresas del país, se situó en los 57,9 puntos, algo por debajo de los 58 puntos que esperaba el mercado. La mayor sorpresa del día llegó con el índice ISM, que subió hasta los 59 puntos, muy por encima de los 57,1 puntos de julio y de los 56,8 que estimaban los analistas. Es el nivel más alto de este indicador desde marzo de 2011.

El dato del ISM manufacturero muestra la fortaleza de la economía estadounidense, pero los inversores no terminan de animarse por las subidas en Wall Street. Así, el selectivo S&Pdesciende apenas un 0,06%, por lo que mantiene por la mínima el histórico nivel de los 2.000 puntos; el Nasdaq tecnológico sube un 0,2% y el Dow Jones de industriales se deja un 0,07%.

En cuanto al conflicto ucraniano, el principal quebradero de cabeza para los mercados en las últimas semanas, hoy los inversores se debaten entre el optimismo por la reunión técnica entre representantes de ambas partes en Minsk con la OSCE como mediador y el pesimismo por el miedo a que se agrande la batalla comercial entre Rusia y la Unión Europea. Hoy, la futura alta representante de la UE para la Política Exterior y de Seguridad Común, Federica Mogherini, ha dicho en el Parlamento europeo que los 28 cerrarán el nuevo paquete de sanciones a Rusia antes de que acabe la semana. El Consejo Europeo decidió la semana pasada estudiar nuevas medidas de castigo contra Moscú si no cambia su postura respecto al conflicto ucraniano.

En el mercado secundario de deuda, la rentabilidad de la deuda soberana de los países europeos, que ha tocado en muchos casos mínimos históricos en las últimas sesiones, repunta ligeramente, también en guardia ante la próxima reunión del BCE. Así, el interés del bono español a diez años sube hasta el 2,27%, mientras que su homólogo alemán asciende hasta el 0,93%. Eso hace que la prima de riesgo española se sitúe en los 134 puntos básicos.

El euro, mientras, sigue cerca de perder el nivel de los 1,31 dólares, en zona de mínimos desde septiembre del año pasado. Una tendencia a la baja de la moneda única que, según los expertos, continuará en los próximos meses. En opinión de Enrique Díaz-Álvarez, director de estrategias de Ebury, “la gran divergencia entre evolución macroeconómica y políticas monetarias entre la euro zona y los EEUU continuarán presionando el euro a la baja los próximos meses, situándolo probablemente alrededor de los 1,27 dólares”.

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