¿Qué opinan los analistas de la compra de Barclays por CaixaBank?
Ha adquirido una entidad en pérdidas desde 2011, en la que el volumen de créditos duplica al de depósitos y en la que los gastos se comen en 87% de los ingresos, pero lo ha hecho a un coste reducido. Los 800 millones de euros que pagará CaixaBank por la red minorista de Barclays son un precio que los analistas califican de razonable, a la vista de que supone pagar notablemente por debajo del valor en libros, cifrado en 1.700 millones de euros.
Es decir, a un ratio de 0,47 veces que va a generar un beneficio contable que la entidad bien podrá destinar a nuevos saneamientos o a fortalecer sus beneficios, tal y como ya sucedió con la compra de Banco de Valencia.
“La operación deja claramente una lectura positiva”, sostiene Juan Carlos Calvo, analista de Espírito Santo. La acción apenas se resintió y CaixaBank cerró hoy con un alza del 0,15%.
La adquisición de Barclays no pilló por sorpresa al mercado, puesto que ya era conocido el interés de CaixaBank. Aunque sí llamó algo más la atención el hecho de que Barclays accediera a vender su división española a ese precio.
Con la adquisición, la entidad que preside Isidro Fainé consigue reforzar su posición en Madrid, ahora una de las plazas más disputadas por la banca. Y sin alterar demasiado la estructura del grupo. Con un volumen de 21.600 millones de euros, la incorporación de Barclays supondrá un aumento del 6% en el tamaño del grupo catalán, junto a un incremento del 5% en su red de oficinas y del 4% en el número de clientes minoristas.
La operación permitirá a CaixaBank desmarcarse del resto de bancos domésticos españoles al reforzar una de las áreas más preciadas en un momento de bajos tipos de interés como el actual, la del segmento de clientela de banca privada y personal. Aunque no sean el grueso de la clientela de Barclays ya que suman en conjunto 182.300 clientes, sobre un total de 550.000.
El principal objetivo de CaixaBank, según reconoció su consejero delegado Gonzalo Gortázar en la presentación a analistas, será cumplir con los objetivos de sinergias de costes y hacer así posible la previsión de que la operación ya resulte positiva para el beneficio por acción en el primer año y ofrezca en 2016 un retorno sobre la inversión de capital del 10%. El proceso exigirá unos costes de reestructuración de 300 millones de euros, tras lo que el ratio de eficiencia del grupo resultante quedará en el 57%. Mejorará en un punto desde el 58% actual, una vez obtenidas el 100% de las sinergias y después de encajar un negocio que arroja una tasa de eficiencia muy elevada del 87%.
La ejecutiva de CaixaBank no dio detalles sobre los futuros ajustes, que tampoco son prioritarios en opinión de algunos analistas. “No hay presión en el corto plazo para un ajuste de oficinas, los ratios de rentabilidad de CaixaBank son razonables por el momento”, sostiene Calvo.
Aun así, CaixaBank ofrece ahora al mercado una historia de reestructuración y de recorrido en ahorro de costes que puede dar atractivo al valor frente a sus competidores. El anuncio de la operación llega con el banco cotizando en línea con su valor en libros, a diferencia de la prima con la que cotizan Bankia –del 34% sobre valor en libros–, Santander –18,5%–, BBVA –21%– o Bankinter, el banco español más caro por valoración, puesto que cotiza con una prima del 58%. Por el contrario, Caixabank queda lejos del descuento del 20% que ofrece Popular, del 11% de Sabadell o del 27% de Liberbank, las entidades más baratas. Según el precio objetivo de consenso, CaixaBank tiene aún un potencial del 4,25% y un 50% de recomendaciones de compra.