La banca logra equilibrar su volumen de créditos con el de depósitos
El balance de la banca española está muy cerca de recuperar la cordura. El estallido de la burbuja inmobiliaria reveló el exceso de riesgo que habían contraído las entidades financieras, que alimentaron un ritmo endiablado de concesión de crédito a fuerza de financiarse en el mercado de capitales. La fórmula tradicional de captar depósitos para, a partir de ahí, conceder crédito se quedó pequeña en los años del boom inmobiliario. Pero con la llegada de la crisis el sector tuvo que volver a los orígenes y deshacer el camino andado: reducir el volumen de créditos y reforzar el papel de los depósitos como vía de financiación, a la vista de que el mercado de capitales le daba la espalda.
El resultado es que, después de casi seis años de crisis, la banca española está ya muy próxima a alcanzar el punto de equilibrio entre su volumen de crédito y de depósitos. Es decir, cerca de equilibrar sus riesgos con la realidad de los depósitos que capta, reduciendo por tanto la dependencia de los mercados para su financiación. Los datos del primer semestre del año revelan que buena parte de los grandes bancos españoles sitúa ya su ratio de créditos sobre depósitos (LTD, loan to deposits, por sus siglas en inglés) cerca del 100% o incluso por debajo. El sector ha recorrido por tanto un largo camino desde niveles superiores al 200%, cuando el volumen de créditos duplicaba con creces el de depósitos. Y llegados a este punto, el sector queda ya muy cerca de haber completado el proceso de desapalancamiento o reducción de riesgos, tras el que comenzar a elevar la financiación.
El primer banco en bajar del listón del 100% en el citado ratio fue Santander y, a cierre del primer semestre, se coloca en cabeza de esa reducción, con un 87%. Es decir, el volumen de créditos de su división en España es incluso inferior al de depósitos, un hecho que se explica en la fuerte captación de ahorro a plazo y en el duro ajuste de su cartera de créditos. En BBVA el ratio LTD es de 107% y se reduce desde el 116% del primer semestre del pasado año, después de un descenso del 8% en el crédito neto a la clientela en España y de un retroceso de apenas el 0,14% en los depósitos.
El equilibrio entre créditos y depósitos también se observa en Caixabank, donde el ratio desciende desde el 117% de junio de 2013 al 102% un año después, si bien en su caso la parte del pasivo incluye a los depósitos junto a las emisiones a minoristas. La evolución es similar en Banco Sabadell, para el que el ratio de créditos sobre depósitos ha pasado en un año desde el 111% al 103,6%, de acuerdo con los resultados presentados al cierre del primer semestre.
Tanto en el caso de Caixabank como en el de Sabadell, esta mejora en el ratio de apalancamiento se produce considerando el efecto de las variadas adquisiciones realizadas por ambas entidades durante la crisis. Así, Caixabank se hizo con Banca Cívica y Banco de Valencia, y sus correspondientes carteras de créditos y depósitos, y Sabadell, con CAM, Lloyds España, Caixa Penedès y Banco Gallego.
En Popular, el ratio de créditos sobre depósitos es del 110%. En BMN, este indicador del proceso de desapalancamiento ha registrado una caída de 8,8 puntos porcentuales en el último año, hasta un 102,5% según explicó la entidad en sus resultados semestrales. Y en Ibercaja, el ratio ya se sitúa por debajo del 100%, hasta el 96,23%, lo que “pone de manifiesto la capacidad de autofinanciación del negocio minorista”, de acuerdo con los resultados de la entidad. En Abanca, exNovagalicia, es del 98% y en Unicaja, del 88%.
Con el ratio de créditos sobre depósitos ya al filo del 100%, el sector afronta ahora un cambio de tendencia, en el que el volumen de depósitos crece a menor ritmo –limitado por las mínimas rentabilidades– y en el que el crédito comienza a reactivarse, en espera aún del efecto que tengan las nuevas líneas de liquidez del BCE.
Rentabilidad menguante del ahorro a plazo
El volumen de depósitos captados por la banca de clientes particulares continúa creciendo en términos interanuales, aunque su incremento va menguando mes a mes. En el mes de julio incluso registró un descenso de 2.700 millones de euros, aunque atribuible a los efectos estacionales propios del verano. Los depósitos ya no están en la primera línea comercial de los bancos, que han comenzado a inclinarse por la venta de fondos de inversión, que presentan la ventaja de aportar valiosos ingresos por comisiones en un momento con tipos en mínimos históricos de tan solo el 0,15%. Y con la posibilidad de seguir cayendo.La retribución de la nueva producción de depósitos desciende cada trimestre y ya se adentra hacia rentabilidades inferiores al 1%. En Santander, el coste de la nueva producción de depósitos quedó a junio en el 0,75%, desde el 0,91% del primer trimestre y el 1,54% de un año antes. En Popular, la nueva producción de depósitos está al 1,03%, frente al 1,34% de marzo. En Bankia, las nuevas captaciones se pagan al 1,1%, un punto por debajo de un año atrás.