Visados ‘puerta a puerta’ para mitigar la caída del turismo ruso
El Gobierno se afana en su lucha contra los elementos para tratar de fidelizar el turismo ruso, que sigue siendo estratégico en los planes de promoción por su elevada capacidad de crecimiento y su alto poder adquisitivo. En 2009 apenas llegaron 422.000 visitantes rusos y cuatro años después esa cifra se ha cuadruplicado (1,58 millones). El gasto medio que cada turista extranjero realiza en España es de 940 euros, mientras que el del ruso supera los 1.500 euros, tan solo superado por los estadounidenses, con más de 2.200 euros. El mercado ruso es el noveno de la clasificación por llegadas a España, pero es el quinto por pernoctaciones, ya que tradicionalmente pasan entre 7 y 15 días de estancia durante sus vacaciones.
El primer hito que han tenido que superar los turoperadores ha sido la fortaleza del euro frente al rublo, lo que encarece los viajes a países de la zona euro. Desde 2013, el euro se ha revalorizado un 20% frente al rublo, lo que supone, según fuentes empresariales, que cada ruso que escoge España frente a otros destinos de fuera de la zona euro tiene que gastar una media de 500 euros más en su viaje. Una tendencia que se ha empezado a revertir en las últimas semanas, pero que debe seguir acelerándose para que España no pierda competitividad. Por si eso fuera poco, la crisis en Ucrania ha disparado las tensiones con Rusia y han llevado a un bloqueo de la Comisión Europea, contestado desde Moscú con un veto a las importaciones de productos frescos de España. Un golpe para un sector clave en las exportaciones españolas, ya que representa más del 15% de las ventas al exterior. En ambos casos, el margen de maniobra de las autoridades españolas es mínimo.
El Consulado en Moscú ofrece ese servicio a un coste de 1.800 rublos (50 euros).
El tercer frente es el de los visados. España parte con una desventaja muy evidente frente a otros destinos competidores de sol y playa: los visitantes rusos necesitan un visado para entrar en España. Algo que no necesitan para acceder a Turquía, Egipto, Túnez o Tailandia. Los conflictos políticos, especialmente apreciables en los dos países situados en el Norte de África, han evitado un deterioro que ahora empieza a notarse en las estadísticas oficiales. Y para tratar de corregir esa situación, el Consulado General de Moscú puso en marcha el pasado 19 de mayo un nuevo servicio de visados “puerta a puerta” para tratar de evitar largas colas y trabas burocráticas a los rusos que quieran venir a España. ¿Cómo funciona el servicio? Este sistema, aunque dirigido a todos los visitantes, está centrado en los de mayor poder adquisitivo y permite que el personal del centro de visados se desplace a la residencia o al trabajo del solicitante para recoger la documentación del visado y devolver el pasaporte ya con el documento listo a través de la empresa de mensajería DHL. Hasta ahora el procedimiento, tal y como establece el reglamento de Schengen, pasaba por acudir personalmente al Consulado General con cita previa o al Centro de Visados que gestiona la compañía VFS Global para la entrega de la solicitud y documentación. Ahora, el consulado ofrece ese servicio a un coste de 1.800 rublos (50 euros).
El objetivo de esta experiencia piloto es evitar que las trabas burocráticas sean un impedimento para los turistas rusos y que la escalada registrada en la solicitud de visados expedidos no decaiga. Los últimos datos muestran un incremento similar al registrado en la llegada de turistas. En 2009, coincidiendo con el peor año de la crisis financiera, se expidieron 277.694 visados, según la estadística extraída del registro del Consulado General de España en Moscú. La cifra se fue incrementando año a año hasta los 442.358 (2010), 671.837 (2011), 877.431 (2012) y 1.035.901 (2013). Los datos más actualizados, hasta el primer trimestre de este año, muestran un volumen de 95.504 expedidos, un 0,5% más que en el primer trimestre de 2013, dando muestra de los primeros signos de debilidad aflorados este año. La buena evolución de los visados en marzo, con un incremento del 12,3% anual, sirvió para compensar el deterioro de enero y febrero.
Con esta iniciativa, España trata de aprovechar las malas perspectivas de Túnez y Egipto, los dos principales competidores para atraer visitantes rusos. Los últimos datos internacionales muestran que la llegada de extranjeros a Egipto cayó un 30% en el primer cuatrimestre y la dirigida a Túnez ha descendido en dos de los cinco primeros meses de 2014.
Malas perspectivas para el resto de la temporada alta
Los malos datos registrados hasta julio por el mercado ruso parece que van a tener continuidad, al menos, en lo que resta de temporada alta. El indicador de capacidad aérea de Aena, que se realiza a partir de los derechos de despegue solicitados por las compañías (slots), muestra una caída del 6,3% en agosto, del 10,6% en septiembre y del 11,4% en octubre.
A esta situación ha contribuido la fuerte apreciación del euro frente al rublo. Entre octubre de 2013 y abril de 2014 el euro se ha revalorizado un 14%, al pasar de un cambio de 43,7 a 49,4 rublos por euro. Posteriormente desde abril a junio bajó desde los 50 a los 45,8 rublos. Esa depreciación del euro se ha corregido en el período transcurrido entre julio y la actualidad ha vuelto a repuntar con fuerza hasta los 48 rublos, lo que sin duda habrá afectado a las decisiones de los turistas.