Escolano: El saber no ocupa lugar
Un zaragozano que siempre lleva por bandera su origen, pero que a la vez tiene un carácter muy internacional, Román Escolano, será el nuevo vicepresidente del BEI
Dicen de él que es una enciclopedia andante, y no solo en lo referente a su especialidad, la economía. La lectura de historia, literatura y su afición por la música, así como una prodigiosa memoria han contribuido a que Román Escolano (Zaragoza, 1965) sea considerado como tal por quienes le rodean. Dentro de poco, este amante de la cultura, avalado por una impotante trayectoria profesional, se convertirá en el vicepresidente del Banco Europeo de Inversiones (BEI) y abandonará el Instituto de Crédito Oficial (ICO) que ha presidido desde 2012.
Este aragonés que nunca se olvida de sus orígenes, a los que hace alusión con frecuencia y con orgullo, tiene a sus espaldas una carrera profesional que inició tras finalizar la licenciatura en Ciencias Económicas y Empresariales en la Universidad Autónoma de Madrid. Entró en el Cuerpo de Técnicos Comerciales y Economistas del Estado como número uno de su promoción y ha dedicado gran parte de su carrera a la asesoría, primero del secretario de Estado para las comunidades europeas y más tarde para el ministro de Trabajo. Durante la segunda legislatura de José María Aznar, Escolano ejerció como director del departamento de Economía del presidente.
El economista ha volcado su labor hacia el ámbito público, pero también cuenta en su currículum con formación como ejecutivo, puesto que cursó el Programa de Alta Dirección de Empresas del IESE. Además, ha formado parte de los consejos de administración de Correos, Feve e Icex y fue director de relaciones institucionales del BBVA.
Pero en mitad de todos esos cometidos que ha tenido a lo largo de su trayectoria, hubo uno que marcó especialmente al todavía presidente del ICO: su estancia como consejero en la oficina comercial de España en Tailandia entre 1992 y 1997. Allí se despertó su pasión por este país y por Asia en general. Fascinado por ese nuevo mundo que descubrió en aquella etapa, sigue interesado en todo lo que tiene que ver con el continente y le gusta recordar su experiencia acudiendo de vez en cuando a restaurantes tailandeses.
Es probable que su nuevo cargo en el BEI, que le obligará a trasladar su residencia a Luxemburgo, le permita retomar el contacto con esa parte del mundo que tanto le gusta. Lo que está claro es que los viajes serán una vez más una constante en su agenda. Dicen en su círculo cercano que Escolano afronta este nuevo reto con mucha ilusión y encantado de tener que recorrer de nuevo diferentes rincones.
Los idiomas no supondrán un problema para él, ya que maneja a la perfección el inglés y, especialmente, el francés (que tiene oportunidad de practicar a diario dada la nacionalidad su mujer). También cuenta con algunas nociones de alemán y, en general, de cualquier idioma que necesite para defenderse en los lugares que visita.
Pero la importancia que da al conocimiento de diferentes lenguas no se queda ahí. Durante su mandato en el ICO ha intentado promover todo lo posible el aprendizaje de idiomas entre el personal y se ha esforzado por dotar a la institución de un carácter internacional, por ejemplo, a través de la traducción de su página web a idiomas como el inglés, el chino o el japonés.
Su estancia como consejero en la oficina comercial de España en Tailandia le marcó especialmente
Ese contraste entre el orgullo por su tierra natal y a la vez su gusto por lo extranjero se refleja también en los reconocimientos que ostenta: miembro de la Real Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País y Chevalier de l’Ordre Narional du Mèrite de la República francesa.
Román Escolano llegó al ICO en un momento en que las empresas, especialmente las pequeñas y medianas, acusaban la falta de fluidez del crédito. Ahora se marcha con cifras tan llamativas como un récord de préstamos concedidos en líneas de mediación (las que se comercializan a través de entidades bancarias colaboradoras) en la primera mitad del año: 10.822 millones de euros otorgados en más de 145.000 operaciones en los primeros seis meses de 2014.
Casado y con tres hijos, el trabajo ocupa gran parte de la jornada de Román Escolano, pero cuando consigue sacar algo de tiempo libre siempre procura dedicárselo a su familia y al deporte. De hecho, suele buscar un hueco para el gimnasio incluso en sus viajes.
En su día a día o en sus ratos de ocio, la lectura también acompaña al próximo vicepresidente del BEI. Varios periódicos nacionales e internacionales, así como ensayos y novelas sobre todo tipo de temas pasan a menudo por sus manos, lo cual contribuye a seguir aumentando ese vasto conocimiento que tiene de lo que le rodea y que tanto destacan de él sus conocidos.
En su despacho o en casa, también es habitual encontrar a Román Escolano escuchando alguno de los múltiples estilos de música a los que es aficionado. Desde el soul a la música brasileña, disfruta descubriendo todo tipo de melodías.
En lo personal, quienes han trabajado cerca de Escolano lo describen como alguien educado y de buen trato que prefiere buscar una solución con calma antes de enfadarse. Amante de la discreción y la austeridad, este economista no es demasiado dado a los actos sociales, salvo a aquellos a los que debe asistir por motivos de trabajo. Por supuesto, también lo señalan como un gran conversador.
Serán muchos los cambios que el nuevo curso acarreará para Román Escolano, pero él ya está preparado para seguir aumentando las páginas de su particular enciclopedia.