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Columna
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Geopolíticamente desanimado

La geopolítica ha restaurado la volatilidad en los mercados globales. Un turbulento Oriente Medio se suma a los temores de los inversores, pero las consecuencias de la crisis de Ucrania siguen siendo la mayor amenaza económica.

Hay una guerra comercial de facto entre Rusia y Occidente, después de que Moscú respondiera a la última ronda de sanciones de la Unión Europea con restricciones a las importaciones agrícolas. El comercio reducido con la economía rusa y el débil crecimiento del país son golpes materiales, con impactos acumulativos.

La débil economía de la zona euro está cada vez más tensa. Los pedidos de fábrica en Alemania cayeron un 3,2% en junio y un 10,4% en el caso de las órdenes procedentes de la zona euro, la mayor caída mensual desde diciembre de 2008. El crecimiento en la mayor economía europea parece haberse estancado en el segundo trimestre. Con las preocupaciones por Rusia mermando las exportaciones y la confianza empresarial, las perspectivas alemanas de crecimiento para el resto del año se ven amenazadas. La producción industrial francesa ha caído en los dos primeros trimestres de 2014.

El peligro para la zona euro es que la incipiente recuperación se apague, elevando las presiones deflacionarias. El crecimiento global depende cada vez más de la recuperación de Estados Unidos, pero cuando las medidas de estímulo de la Reserva Federal acaben en octubre, un repunte en el país norteamericano tendría un lado indigerible para los mercados globales.

Los inversores se han apresurado a refugios seguros, llevando la rentabilidad de los bonos a 10 años del Tesoro estadounidense al 2,43% y para los bonos alemanes al 1,07%. Sin embargo, estos rendimientos aún podrían llegar a ser más bajos si los flujos de la renta variable global, los mercados emergentes y los bonos de la periferia del euro aceleran.

Los mercados globales están atrapados entre la posible decepción del crecimiento en Europa y una política monetaria más restrictiva en Estados Unidos. Es probable que la debilidad del mercado de mitad de año sea más que un periodo de calma estacional.

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