Alierta vuelve a tirar de chequera en la samba brasileña
El movimiento de Telefónica coincide con la compra de E-Plus, filial alemana de KPN
Telefónica ha decidido volver a entrar en la carrera de las fusiones y adquisiciones para buscar nuevas vías de crecimiento. Ahora va a intentar comprar a Vivendi la brasileña GVT, valorada en 6.700 millones de euros. Y es que Brasil es uno de los corazones del negocio de la operadora, país al que ha destinado muchos millones de euros para posicionarse como actor principal: la inicial adquisición de la CRT de Rio Grande do Sul, la histórica privatización de Telebras, la compra de Telemig, la posterior adquisición de la participación de Portugal Telecom en Vivo y ahora la filial de Vivendi, entre otros movimientos.
El presidente de Telefónica, César Alierta, siempre ha defendido la presencia del grupo en el país. De hecho, en más de una ocasión ha asegurado que la compañía se mantuvo en Brasil pese a las distintas crisis económicas y las retiradas de otras operadoras.
El nuevo movimiento de Telefónica se encuadra en su estrategia encaminada a concentrarse en los principales mercados, España, Brasil, Reino Unido y Alemania, que aportan casi el 70% de los ingresos del grupo, y salir de los países periféricos.
La oferta por GVT coincide con otra operación de gran calado, como es la compra de E-Plus, filial germana de KPN, que se acerca a su culminación. La transacción, que está pendiente de la aprobación final de los reguladores y de la ejecución de la ampliación de capital prevista de Telefónica Deutschland, está valorada en 8.600 millones. La compra de E-Plus convertirá a Telefónica en la primera operadora de móviles en Alemania, por delante de Vodafone y Deutsche Telekom.
Claro que podría no ser la única operación corporativa en marcha. La pasada semana, Telefónica reconoció que está en negociaciones para la fusión de su filial mexicana con Iusacell, si bien indicó que todavía no se ha llegado a ningún acuerdo. México, según coinciden distintas fuentes del sector, es la asignatura pendiente de la teleco. Ahora puede llegar su oportunidad. La operación con Iusacell estaría encaminada a presionar a América Móvil en su mercado de origen, en un momento en el que la compañía de Carlos Slim está en proceso de venta de activos para cumplir la nueva legislación que le obliga a dejar de ser agente económico preponderante (en el móvil tiene una cuota de mercado próxima al 70%).
Además, Telefónica está en proceso de compra de las participaciones de Mediaset y grupo PRISA, editora de CincoDías, en Canal+. Unas transacciones que en su conjunto rondan los 1.100 millones de euros, con las que la teleco aspira a reforzar su posición en el ámbito de la televisión de pago en España.
Esta nueva corriente de compras a ambos lados del Atlántico viene después de varios trimestres de ajuste en Telefónica. Y es que, tras sobrepasar los 58.000 millones de euros de deuda en junio de 2012, la operadora puso en marcha un agresivo plan de venta de activos, destinado a reducir endeudamiento y mejorar la flexibilidad financiera.
Numerosos activos fueron vendidos: Telefónica Czech Republic, Telefónica Eslovaquia, Telefónica Ireland, el 40% del negocio centroamericano, las participaciones en Hispasat y Amper, un 4,56% de China Unicom, un 23% de Telefónica Deutschland a través de una OPV, el negocio de banda ancha fija en Reino Unido... con todo, la compañía logró situar su deuda en el entorno de los 43.000 millones de euros a la conclusión del primer semestre.
Ahora, Telefónica aspira a vender su participación en Telecom Italia. El mes pasado colocó bonos convertibles en títulos de la teleco transalpina, que vendrían a reducir su presencia desde el 14,8% hasta un rango entre el 8,3% y el 9,4%. En la oferta presentada a Vivendi se incluye la venta del 8,3% de Telecom Italia, participación que tiene un valor de 1.250 millones de euros.
Por el camino, además, Telefónica ha vuelto a recuperar el dividendo. Para este año, prevé una retribución de 0,75 euros por título, de los que una parte podría ser en acciones. Y Alierta ha reiterado el compromiso de mantener el dividendo. Por el momento, con la oferta por GVT, la empresa vuelve a subir la apuesta en Brasil, gran aportador de caja en los últimos años.
Rivales con el paso cambiado
El interés por GVT ha desatado nuevas especulaciones sobre posibles contraofertas. Entre los posibles interesados podría estar Telecom Italia, que habría encontrado el apoyo de otras entidades financieras transalpinas para afrontar la transacción, según han publicado diversos medios italianos. De todas formas, no parece probable. Según Exane BNP Paribas, la oferta presentada por Telefónica es “atractiva, segura y ofrece a Vivendi la posibilidad de conseguir una participación en Telecom Italia”. Estos analistas creen que aunque Telecom Italia se desmarque con una cantidad de dinero en metálico y acciones de TIM Brasil, “Telefónica tiene todas las de ganar”.
Además, el movimiento de Telefónica coincide con un momento de agitación en las operadoras brasileñas. Así, en el mercado se había estado especulando en los últimos meses con la posible ruptura de TIM Brasil, filial de Telecom Italia. Un movimiento por el que habrían apostado Telefónica y otros grupos, interesados en comprar partes de la empresa. Barron’s dijo que si la oferta por GVT tiene éxito, el guión de Telecom Italia se habría ido al traste. En la sesión de ayer, las acciones de TIM Brasil llegaron a caer, por momentos, más de un 7%.
Otro de los actores afectados es Oi. Y es que el proceso de fusión con Portugal Telecom atraviesa por una situación difícil a cuenta de la crisis de Espírito Santo. Y es que la teleco lusa no había comunicado que adquirió deuda del holding de Espirito Santo. En este contexto, parece difícil de Oi plantee una oferta alternativa por GVT.