Buenas y malas noticias para EE UU
El informe de empleo de julio en Estados Unidos publicado el viernes mostró que se crearon 209.000 empleos no agrícolas, lo que supone el menor de los repuntes hasta el 6,2% en la tasa de desempleo. Es una cantidad decente, aunque no espectacular que coincide con otros datos que también se están consolidando. Sin embargo, se vislumbran nubes oscuras.
El repunte del PIB del segundo trimestre en Estados Unidos a una tasa de crecimiento anual del 4% se dio a conocer el martes y la declaración de la Reserva Federal del miércoles sonó más optimista sobre la economía que antes. La temporada de resultados del segundo trimestre parece haber superado las expectativas de los analistas.
El panorama geopolítico es, sin embargo, menos alentador. Ucrania y Gaza han registrado disturbios en los últimos meses, mientras que la larga guerra civil de Siria parece haberse extendido a Irak. Tras las conversaciones fracasadas del miércoles, Argentina entró nuevamente en suspensión de pagos, por segunda vez en los últimos 13 años, mientras que un modesto pacto de la Organización Mundial del Comercio –acordado previamente y solo bajo la necesidad de aplicación– se rompió el jueves.
El panorama geopolítico parece poco alentador para la situación de Estados Unidos
El mercado de valores estadounidense pareció despertar a estos y otros problemas el jueves, cayendo un 2%, a pesar de que también puede haber reflejado su preocupación por el comienzo del fin de la generosa política monetaria de la Reserva Federal. Los mercados mundiales también cayeron.
Dónde irá el apetito por el riesgo a partir de aquí depende en parte de que en qué lugar opten los inversores opten por concentrar su atención –bien en los datos benignos, o bien en el posible aumento de problemas–. El índice VIX de volatilidad del mercado de valores de Estados Unidos se ha incrementado, y es posible que tras un período de calma sea simplemente saludable. Los mercados deberían responder a todo tipo de señales, y un VIX más alto es indicativo de la reducción de la complacencia. Después de todo, incluso el día de verano más tranquilo puede traer violentas tormentas.