La segunda parte del año va a ser positiva
Llevamos ocho meses con volatilidades en mínimos de seis años, aunque recientemente han incrementado algo. En este sentido una posición defensiva puede implicar reducir, técnicamente, es decir a corto plazo, la exposición a renta variable y aumentar la exposición a deuda de alta rentabilidad mediante vencimientos a corto plazo. Al respecto hay una amplia oferta en fondos de inversión, pues cada vez hay más emisiones de compañías sin grado de inversión. La volatilidad anual en esta clase de activos a corto plazo está en torno a 2%, con rentabilidades esperadas del 3 al 3,5% y puede ser una alternativa.
Es necesario que haya crecimiento económico a ambos lados del Atlántico
Hay que tener en cuenta los últimos años los mercados de acciones de países desarrollados se han movido en base a medidas poco convencionales de los bancos centrales y es necesario que haya crecimiento económico a ambos lados del Atlántico. De hecho las valoraciones en renta variable europea han estado ajustadas, cotizando en Europa a más de 13,5 veces la previsión de beneficios de 2014 y en EEUU a 15 veces. Estos niveles están por encima del máximo de 2009, en un momento en que las fuertes entradas de flujos de inversión en acciones de 2013 han comenzado a remitir. Además el sentimiento industrial se ha llegado ver negativamente afectado por la desaceleración económica de EEUU y China, crisis ucraniana y fortaleza del euro. Por otra parte ha habido recortes en Julio, sobre todo en países periféricos, de hasta dos dígitos en el índice de acciones MIB italiano y cerca del 7% en el Ibex, sobre todo en el sector financiero. De todas formas no descartamos algún recorte adicional durante el tercer trimestre.
En cualquier caso creemos que la segunda parte del año va a ser positiva. En EEUU los datos económicos esperamos que sean más fuertes, los países emergentes y otras economías importantes fuera de la zona del euro están mostrando signos alentadores. Así que nuestro escenario de recuperación económica en EEUU debe materializarse en un crecimiento auto-sostenido del PIB del 2,5%. Mientras se observa repunte de inflación -que es muy probable continúe progresivamente-. Incluso es posible que la Reserva Federal revise al alza sus previsiones hasta el 1,5% anualizada para el último trimestre de 2014, pero seguimos pensando que el riesgo inflacionista seguirá insignificante unos años más. De hecho no vemos que la subida de tipos de interés en EEUU sea algo negativo para los mercados, sino indicativo de un proceso de normalización y en cualquier caso seguimos considerando que las primeras subidas de tipos de interés no tengan lugar antes de principios 2015.
Además cualquier recuperación mundial puede rápidamente apoyar las exportaciones alemanas. Ahora bien, la recuperación en la zona euro es improbable a juzgar por el índice de producción industrial, de manera que nuestro escenario de crecimiento del PIB para la zona euro es positivo pero modesto en 1% para 2014 y 1,4% para 2015. Así que la presión para que el BCE adopte nuevas medidas no convencionales se mantendrá fuerte.
En este estado de cosas hemos llegado a revisar a la baja la previsión de aumento de beneficios, especialmente en Europa, del 13 al 7,5% para 2014 -aunque aumentado al 14% para 2015-. En EEUU la previsión se ha estabilizado alrededor de 8,5% en 2014 y 11,4% para 2015. En cualquier caso lo importante es que los resultados cumplan con las expectativas. En este sentido en conjunto esperamos hasta final del año que la renta variable en Europa, EEUU e incluso países emergentes esté en positivo.
Sin embargo Japón no es una región estratégica para nosotros. Además, para nuestros clientes, es complicado comprender que factores intervienen en la región, muy diferentes respecto a Europa o EEUU. Ahora bien, la renta variable japonesa, aunque de mayor volatilidad, parece barata en relación con su historia y las acciones de EEUU y Europa. Además el PIB real japonés, ayudado por la demanda previa al alza del IVA, ha crecido a un espectacular ritmo anualizado del 6,7% el primer trimestre del año. Para 2014 la previsión de aumento de beneficios es del 6,6%, en línea con el índice S&P 500 y Stoxx Europe 600. Por otra parte la inflación anualizada, tras la última subida del IVA, ha aumentado, pero la subyacente -excluyendo alimentos frescos y energía- probablemente se modere los próximos meses. De manera que el Banco de Japón puede tomar medidas suplementarias de flexibilización monetaria, que debiliten el yen, lo que favorece a estas acciones, aunque si las medidas no son suficientemente agresivas puede haber decepción. De manera que son necesarias reformas estructurales, que están tomando más tiempo del esperado.
En economías emergentes hay que diferenciar
A principios de 2013 salimos de mercados emergentes y hemos visto que hay que diferenciar entre zonas geográficas. Estamos muy cautos en China, a pesar de que el dato de Junio del índice de compras PMI ha llegado a subir a 51, algo mejor de lo esperado. No estamos en negativos, pero creemos que Indonesia e India son más atractivos por valoración, con políticas más claras y mayor visibilidad de resultados empresariales. En concreto la victoria de Narenda Modi en India ha contribuido mucho al avance del índice Sensex, pues, por primera vez en 30 años no es necesaria una gran coalición para gobernar, abriendo la vía a profundas reformas y mejoras de la competitividad. También hay que diferenciar mucho en Latinoamérica, donde ha habido recortes casi cada mes en las previsiones de crecimiento de Brasil, a diferencia de Perú, Colombia, México e incluso Chile, economías que crecen a mejor ritmo y con valoraciones más atractivas. En cualquier caso hay dinámicas diferentes y los riesgos macroeconómicos siguen estando principalmente en economías emergentes. Además los riesgos geoestratégicos, pese a haberse atenuado, continúan siendo una fuente de choques en estos mercados.
Renta variable y deuda de alta rentabilidad a diez años vista
Hemos hecho un estudio de previsión de rentabilidades anualizadas los próximos diez años en 2013, que acabamos de revisar. Está basado en fundamentales, principalmente la tasa de crecimiento económico real y de inflación. Así, en un escenario de normalización de ambos factores, las acciones de EEUU y Europa pueden proporcionar rentabilidades anuales medias de 4,5% incluyendo dividendos reinvertidos y la deuda empresarial de alta rentabilidad de EEUU y Europa 6,1% y 4,8% con cupones reinvertidos. Por su parte las acciones de Asia sin Japón pueden proporcionar 6,1%. De todas formas, en caso de choque económico importante, como una grave contracción del crédito en China, estas estimaciones pueden disminuir. De hecho en China esperamos que en algún momento la transformación de su economía exportadora y de inversión a consumo doméstico no consiga sus objetivos y tenga que actuar con más firmeza, generando efectos negativos, aunque limitados a uno o dos trimestres.
Además contemplamos la posibilidad de una innovación radical. Por eso los activos que más nos gustan incluyen claramente renta variable europea y de EEUU, además de deuda de alta rentabilidad. La innovación puede ser tecnológica, reglamentaria o de nueva política económica. El choque de innovación puede proceder de nuevas fórmulas de extracción de gas y petróleo, hasta el punto que ello puede facilitar que EEUU sea autosuficiente energéticamente. También puede haber mejoras de productividad por nuevas tecnologías de la información y en la agricultura. Con un choque de innovación la economía de EEUU puede crecer anualmente al 4%, con inflación controlada en 2%, al igual que en Europa. En economías emergentes el crecimiento puede aumentar hasta 7% y, por las mismas razones que en economías desarrolladas, con presiones inflacionistas contenidas. En este escenario las acciones de EEUU y Europa pueden proporcionar anualmente rentabilidades del 7.5%% y 8%, las de Asia sin Japón 8,2% y la deuda empresarial de alta rentabilidad de EEUU y Europa 6,1% y 4,8%. La rentabilidad esperada más elevada puede darse en capital privado, 15%, con o sin choque de innovación, si bien con iliquidez a lo largo de un ciclo. En cambio la deuda soberana de EEUU y Alemania puede sólo proporcionar 2,6 y 1,3%.
Luis Sánchez de Lamadrid, director general de Pictet WM en España.