El Ibex acelera su corrección y cae un 1,98% lastrado por la banca
Un espejismo.El rebote bursátil de ayer no supuso el final de la corrección emprendida por los mercados, sino más bien un simple descanso antes del batacazo de hoy. Unos decepcionantes datos de producción industrial en Francia e Italia y, sobre todo, la turbulenta situación en la que se encuentra Banco Espírito Santo, uno de los mayores bancos de Portugal, han devuelto el miedo a los inversores. El Ibex cae un 1,98%, aunque ha llegado a a descender cerca de un 3% en algún momento de la sesión, y cierra en los 10.533,6 puntos con el sector bancario como principal damnificado por la marejada lusa.
La hecatombe bursátil de Espírito Santo por las dudas en torno a su matriz han llevado al índice PSI portugués a caer un 4%.. En mayor o menor medida, todos los mercados se han entristecido por el fado procedente de Portugal. Las Bolsas más castigadas han sido las de la periferia europea (el FTSE MIB italiano cae un 1,6%), pero nadie se libra del castigo.El Cac francés desciende un 1,2%; el Dax alemán, un 1,4% y el Footsie británico, un 0,68%.
En el Ibex, el sector bancario ha recibido con fuertes caídas la crisis de EspíritoSanto. .CaixaBank ha descendido un 3,06%; Sabadell, un 2,4%; Santander, un 2,35%; Bankinter, un 2,21%; BBVA, un 1,97% Popular, un 1,95% y Bankia, un 1,19%.. Liberbank explicó ayer a través de un hecho relevante remitido a la CNMV que posee el 0,93% de Espírito Santo, con un valor en libros para la entidad española de 2,7 millones de euros. Liberbank cae un 4,69%. En este sentido, Victoria Torre, analista de Self Bank, considera que "a priori esto no debería afectar de forma general al resto de los bancos. Recordemos que en concreto los españoles han llevado ya a cabo importantes esfuerzos de saneamiento, y que en la actualidad parece haber plena confianza en la renovada fortaleza del capital de nuestras entidades". Con todo, los bancos no se llevan los mayores descensos. Acciona (-3,5%), Gamesa (-3,4%), Indra (-3,34%) y Repsol (-3,13%) se llevan la palma de una sesión monocromática en el parqué con todos los valores en rojo.
La crisis de Espírito Santo, que ha visto reducirse a menos de la mitad su valor en Bolsa en el último mes, ha inquietado a los inversores.Todo ello por las irregularidades financieras halladas en una de las filiales del grupo que posee la mayoría del capital de la entidad. A esto se suman las batallas entre la familia Espírito Santo por el control del grupo tras la marcha de su anterior presidente Ricardo Salgado y el hecho de que la compañía retrasara esta semana el vencimiento de la deuda a largo plazo que vendió a clientes de banca privada en Suiza.
Antonio Hormigos, director de inversiones de Mirabaud, considera que “las irregularidades están en su matriz y la clave es ver si los problemas del accionista mayoritario se pueden trasladar a Banco Espírito Santo. El Banco de Portugal ha dicho que no y que la entidad está protegida, pero la desconfianza es libre”. Tanto que hoy los inversores dieron rienda suelta a los temores. Espírito Santo Financial Group, matriz del banco luso, ha solicitado esta mañana que se suspendiera la cotización de sus acciones cuando caía más de un 8% en Bolsa. Horas después, el regulador del mercado portugués ha hecho lo propio con los títulos del banco luso, que se desplomaban más de un 16%, “hasta la divulgación de información relevante” de la entidad.
Nuria Álvarez, analista de Renta 4, piensa que “las noticias sobre Espírito Santo no son buenas, pero es un problema muy concreto que no debería extrapolarse al sector financiero del resto de Europa”. Esta experta considera que hay una combinación de factores que está facilitando una toma de beneficios de los inversores tras las últimas subidas. “Las Bolsas estaban muy altas y es lógico y sano que se tomen un respiro”, aporta. Coincide con esa opinión Jaime Díez, analista de XTB, quien añade que “la justificación de la corrección se debe a la pérdida de soportes y tendencias de corto plazo en los distintos índices y a la prisa del inversor por no querer ser el último en vender”.
En EE UU, Wall Street se contagia de las caídas en Europa. La reducción en 10.000 personas de las peticiones semanales de subsidio de desempleo quedaron en un segundo plano. Ayer, las actas de la última reunión de la Reserva Federal reflejan que el organismo presidido por Janet yellen mantiene su intención de concluir con la retirada de estímulos en octubre. Una noticia que no afectó a los mercados estadounidenses. La Fed mejoró sus previsiones económicas. Hoy, sin embargo, los números rojos también llegan a Wall Street con descensos del entorno del 0,5%.La sesión, eso sí, va de menos a más.
Las tensiones en Portugal por las dudas sobre Espírito Santo llegan al mercado secundario de deuda. Los países de la periferia europea han sido los más afectados. El interés del bono español a diez años sube hoy hasta el 2,82%, con la prima de riesgo en los 162 puntos básicos. El riesgo país, el diferencial entre la deuda española a una década y su homóloga alemana, ha subido respecto a ayer porque baja la rentabilidad (sube el precio) del bund alemán al tiempo que los inversores venden bonos españoles. Así, el interés de la deuda germana con vencimiento a diez años ha bajado hasta el 1,2%, su nivel más bajo desde abril de 2013.
Las referencias macroeconómicas de la sesión en Europa no han servido para calmar los ánimos de los inversores, sino todo lo contrario. Hoy se ha conocido que la producción industrial cayó en Francia un 1,7%, muy por debajo de lo esperado por el consenso, y que también bajó este indicador en Italia (-1,2%).
En el mercado de divisas, el euro se deprecia levemente frente al dólar y queda al borde de perder el nivel de los 1,36 dólares.