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Fatih Birol, economista jefe de la Agencia Internacional de la Energía (AIE)

“España no debe abandonar las energías renovables”

Insta a apoyar las energías limpias, aunque las considera “una de las razones clave de que el precio de la electricidad sea elevado en Europa”

Fatih Birol (Ankara, 1958) es economista jefe de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), el organismo consejero en políticas energéticas de los 34 países más ricos del mundo. Creada en 1973 a raíz de la crisis del petróleo para garantizar el abastecimiento de crudo, la agencia ha dado un vuelco, abriéndose a considerar las energías renovables, reducidas hasta hace algunos años prácticamente a anécdota en sus previsiones sobre el mercado mundial de la energía.

La revista Forbes ha colocado a este ingeniero de formación entre las personas más influyentes del panorama energético mundial, cuyo informe anual está considerado una de las principales referencias. Antes de entrar en la AIE en 1995, Birol trabajó en la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). El experto turco participó el mes pasado en el foro anual sobre energía que la compañía Shell celebró en Rotterdam (Holanda).

Pregunta. ¿Cómo ve la situación energética en España?

Respuesta. La situación energética española atraviesa un momento muy importante porque si no es capaz de poner en marcha la política adecuada, la economía española se verá afectada negativamente de forma estructural, no será una cuestión de uno o dos años, sino a largo plazo. Sería muy bueno que el Gobierno diseñara un nuevo plan energético que diera aire fresco y reformara su política energética.

Por supuesto, es muy importante tener muchas energías renovables en el mix, pero también lo es entender cuáles son los costes económicos que implica ese esfuerzo en términos de subsidios y en su impacto en los precios de la electricidad. Si las ayudas son demasiado elevadas, puede crear un problema en los presupuestos del Gobierno. Sí a las renovables, pero cuidado con los costes de las políticas para apoyarlas.

"Las compañías de ‘shale gas’ deben invertir más para garantizar la seguridad”

P. Uno de los principales problemas de las renovables aquí ha sido el cambio regulatorio en las ayudas. ¿Hay que reducir los subsidios a las energías limpias?

R. España no es el único país en el que en los dos últimos años hemos visto cambiar la regulación. Muchos países lo están haciendo porque gestionar las renovables no es sencillo. Reducen la dependencia de los combustibles fósiles y eso es muy bueno, pero por otro lado son caras. Encontrar medidas regulatorias que combinen ambas no es fácil.

En España, un país que observo y sigo de cerca, lo que veo es que el Gobierno está buscando un razonamiento económico en el sector energético, no solo respecto a las renovables, sino también en el gas no convencional o la eficiencia, dando pasos en la correcta dirección. El gran problema en España es el coste de la energía, que supone un lastre en los presupuestos públicos. Cómo cambiar esto no es fácil, pero se están dando buenos pasos.

P. ¿Qué recomienda?

R. Seguir dando realismo económico a las renovables, pero no abandonarlas, apostar por el gas no convencional y la eficiencia energética, sobre todo en el transporte y en la edificación, e intentar más negociaciones sobre los precios de la electricidad. Además, la nuclear puede generar electricidad sin emitir emisiones de CO2. En España, mantener el mix con energía nuclear en el sistema eléctrico es muy importante, es parte del sistema.

P. Sobre el gas no convencional, Europa se fija en EE UU por la revolución en el precio que ha supuesto en ese país, ¿pero es posible lograr aquí que el precio del gas baje tanto?

R. No, no es posible, pero sí puede tener efectos positivos. El precio no llegaría a ser tan bajo como en EE UU, pero aun así resultaría más barato que importarlo del norte de África o de otros países. Europa paga entre 12 y 13 dólares por el gas importado; en EE UU el precio es de cinco dólares. No me sorprendería que gracias al gas no convencional, Europa mantuviera el precio dentro de esa horquilla.

En Europa hay un fuerte debate sobre si el gas no convencional puede producirse de un modo sostenible sin dañar a las comunidades locales ni contaminar el agua. Si las compañías invierten para hacer seguro el proceso, el problema puede minimizarse o incluso anularse por completo.

No necesitamos nuevas tecnologías, ya las tenemos disponibles, pero sí más dinero para asegurarnos de que no habrá problemas. Puede hacerse, pero se necesita buena regulación y las empresas deben invertir más.

P. ¿No hay ya tecnologías que limitan la dependencia energética del exterior?

R. Necesitamos diversificar y tener renovables, gas, nuclear, eficiencia. No pongamos todos los huevos en la misma cesta. Las renovables son caras y si no tienes sol, no tienes electricidad. El viento está muy bien, pero si no sopla, no tienes electricidad. Hay que diversificar las fuentes de energía.

P. El Gobierno español dice que las renovables son la principal razón de que la electricidad se haya encarecido. ¿Está de acuerdo?

R. Es una de las razones clave de por qué en general en Europa los precios de la electricidad son elevados, debido al apoyo que han recibido. Los precios de la electricidad duplican los de EE UU. ¿Cómo pueden competir las empresas europeas con las compañías estadounidenses cuando las americanas tienen electricidad mucho más barata en su producción? Es un serio hándicap para los productores europeos.

P. ¿Cuánto suponen los subsidios a los combustibles fósiles?

R. Representan 550.000 millones de dólares (unos 404.500 millones de euros) en ayudas al consumo en todo el mundo, entre carbón, petróleo y gas natural. Una de las medidas más importantes si queremos reducir emisiones es anular por completo los subsidios al consumo de combustibles fósiles, pero de forma gradual.

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