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Seguirán con un tipo nominal del 30%

Banca y petroleras no se beneficiarán de la rebaja en Sociedades

El presidente de la Asociación Española de la Banca, José María Roldán.
El presidente de la Asociación Española de la Banca, José María Roldán.Pablo Monge

El Ejecutivo detalló cómo se articulará la reforma del impuesto de sociedades, que tendrá un coste de 2.000 millones en dos años. El actual gravamen del 30% bajará en dos fases: la primera, que se activará el 1 de enero de 2015, reducirá el tipo al 28% y la segunda lo hará hasta el 25% el 1 de enero de 2016. Las dos únicas excepciones serán la banca y la división de las petroleras dedicadas a la exploración, investigación y explotación de hidrocarburos (de la rebaja sí se beneficiarán el refino y el almacenamiento de hidrocarburos propiedad de terceros) que seguirán en el 30%.

El secretario de Estado de Hacienda, Miguel Ferre, justificó la excepción fijada para la banca porque el sector financiero “se ha visto bien tratado” durante la crisis y se ha beneficiado de programas de asistencia que no se han dado en otros sectores. “Mantenerles el tipo en el 30% compensa de alguna forma esta asistencia”, subrayó. De hecho, las entidades se habían mostrado reacias a esas rebaja ya que priorizaban las deducciones que por ese mismo porcentaje se podían aplicar sobre sus créditos fiscales y así abaratar la factura que tienen que pagar ante Hacienda. Al ser interpelado por esta cuestión, Ferre se limitó a recordar que estos créditos fiscales se imputan al balance en activo de las entidades.

La hoja de ruta fijada por el Ejecutivo no será igual para pymes y grandes empresas. Todas ellas se podrán beneficiar de la reserva de capitalización, que sustituye a la reinversión por beneficiosos. Se trata de un nuevo instrumento al que se puede destinar el 10% de los beneficios del ejercicio. Este porcentaje quedará exento de tributación, aunque no se invierta en activos empresariales.

El Ejecutivo persigue bajar la deuda privada y que las empresas usen fondos propios para financiarse

El nuevo texto legal establece, además, un mecanismo exclusivo para pymes, denominado reserva de nivelación, que consiste en acumular el 10% del beneficio del ejercicio con un límite de un millón de euros para compensar bases imponibles negativas en un plazo de cinco años. Hacienda señala que las pymes podrán rebajar el tipo que aplican a sus beneficios del 25% al 22,05% cuando utilicen la reserva de nivelación. Si se aplican las dos reservas, el tipo efectivo desciende hasta al 20,25%.

La revolución diseñada por Hacienda en el impuesto de Sociedades eleva la base imponible del tributo para acercar el tipo efectivo al nominal y así acabar con distorsiones que se producen en la actualidad, en la que una pyme puede acabar pagando un tipo efectivo superior al de una multinacional, gracias a los numerosos instrumentos de ingeniería fiscal con los que cuenta esta última. Para evitar estas situaciones, la norma limita la deducibilidad de gastos por deterioro, congela la limitación de gastos financieros y fija un límite general del 60% a la compensación de bases imponibles, que empezará a operar en 2016.

Otro de las prioridades marcadas por Hacienda es rebajar el recurso de las empresas al endeudamiento e incentivar el uso de fondos propios para financiarse. De esta manera se fija un límite general del 60% a la compensación de bases imponibles negativas, que empezará a operar en 2016 y que no tendrá limitación temporal alguna, frente a los 18 años actuales. Se trata, explica el Gobierno, de una medida equiparable a la fiscalidad de los países del entorno con el fin de sanear los sobreendeudados balances de las empresas españolas, cuyo límite se aplicará a partir del millón de euros para no afectar a las pymes.

Ferre aclaró que para evitar un desplome de la recaudación este año y el que viene se mantendrán algunas de las medidas temporales que se aprobaron en ejercicios pasados como los pagos fraccionados incrementados, la limitación de compensación de bases imponibles negativas, la limitación del fondo de comercio o el aumento del pago fraccionado con dividendo de fuente extranjera, aspectos que en su mayoría afectan a las grandes empresas.

Hacienda crea una deducción del 15% para atraer producciones de cine extranjeras

Beneficios fiscales

La reforma también muestra un profundo cambio en el complejo escenario de los incentivos fiscales con tres grandes novedades. Por un lado se amplían las exenciones del 85% en el impuesto de la electricidad, se mejoran las desgravaciones por inversión en I+D y se elevan las ayudas para la industria del cine.

El primer beneficio se adopta, según Hacienda, para mejorar la competitividad de los procesos productivos intensivos en electricidad. Hasta ahora se beneficiaban las empresas cuya principal actividad estuviera ligada a procesos metalúrgicos, mineralógicos y electrolíticos. La norma amplía esta lista a todos los procesos productivos en el que el coste de la electricidad supere el 50% del coste de producción. El departamento que dirige Montoro cree que los grandes beneficiados con esta medida serán los productores de gases industriales.

En el caso de la investigación y el desarrollo, las empresas cuyas inversiones en I+D superen el 10% de sus ingresos netos podrán ampliar al porcentaje de deducción al 50%.

Pero quizá la novedad más importante en materia de beneficios fiscales se refiere a la industria del cine. Por un lado se rebaja los gravámenes que se aplican en Sociedades a producciones cinematográficas hasta el 20 % para el primer millón de euros y al 18 % para el resto (hasta tres), mientras que se fija una deducción del 15 % de los gastos de producciones extranjeras en territorio español, con el fin de atraerlas. Hasta ahora era necesaria la coproducción con España, un requisito que, según la Spain Film Commission, hacía que se perdieran el 80 % de las peticiones.

“Tenemos que apoyar las industrias culturales, e intentamos compensar la mal llamada subida del IVA cultural”, aclaró Montoro, en referencia a la subida del tipo general al 21 % de septiembre de 2012, que afectó, entre otras, a estas actividades. La decisión fue recibida con frialdad por parte de los productores audiovisuales agrupados en la patronal Fapae que, después de meses de negociaciones, daban por hecho que la deducción llegaría al 30%.

El titular de Hacienda también avanzó que estudia extender estos beneficios también al ámbito del teatro, una decisión que se tratará de fraguar en la tramitación del anteproyecto de reforma fiscal aprobado el pasado viernes en Consejo de Ministros.

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