La CE redobla su ataque contra la elusión fiscal de las multinacionales
Podría exigir las ayudas fiscales a empresas como Starbucks
La Comisión Europea va a redoblar su ataque contra la ingeniería fiscal de las multinacionales, que permite a empresas como Apple o Google librarse de pagar impuestos en Europa. Bruselas tiene previsto expedientar hoy mismo a países como Irlanda, a los que podría exigir que recuperen las ayudas fiscales concedidas a compañías como las citadas o Starbucks.
El comisario europeo de Competencia, Joaquín Almunia, parece decido a cumplir antes de que expire su mandato su promesa de investigar “hasta el fondo” la ingeniería fiscal que practican algunas multinacionales con la connivencia de las autoridades de varios países de la UE.
La advertencia podría materializarse hoy mismo en forma de expediente contra alguna de las compañías beneficiadas y contra los países que han facilitado la elusión fiscal. La televisión pública irlandesa (RTE) aseguraba ayer que el expediente afectará en concreto a la popular multinacional informática Apple. Otras fuentes indicaban que el expediente será más general y se dirigirá contra los regímenes impositivos aplicados en Irlanda y Holanda.
La Comisión Europea se negó a comentar esas informaciones. Y el departamento de Almunia se limitó a recordar que lleva varios meses recabando información sobre la carga impositiva que soportan algunas multinacionales.
Fuentes próximas a la información sugerían, sin embargo, que ese trabajo preliminar estaría a punto de concluir. Y que, en efecto, hoy mismo el comisario Almunia podría anunciar la apertura de una investigación formal.
El comisario lanzó su ofensiva hace casi un año, tras varios escándalos sobre la mínima o inexistente carga fiscal soportada en Europa por multinacionales estadounidenses como Apple, Google o Starbucks. Desde entonces, el departamento de Almunia ha solicitado información de las autoridades de Hacienda de Irlanda, Holanda, Bélgica y Luxemburgo, entre otros países.
El expediente resulta tan sensible que Luxemburgo, en concreto, se ha negado a facilitar la información requerida, por lo que Bruselas ha tenido que recurrir al Tribunal de la UE para intentar conseguirla (en un caso aún por resolver).
La investigación de la Comisión se centra en los acuerdos que algunos de esos países parecen haber alcanzado con las multinacionales estadounidenses para garantizarles un trata fiscal más favorable que el de otras empresas. Bruselas sospecha que se trata de la concesión de una ayuda de estado ilegal e incompatible con las normas europeas de Competencia.
Si la Comisión confirma sus cargos podría exigir que las empresas beneficiadas abonen los impuestos correspondientes.
Tres de los países investigados (irlanda, Bélgica y Holanda) ya fueron expedientados en 2001, por el entonces comisario de Competencia, Mario Monti. Dos años después la CE dictaminó que algunas de las medidas fiscales aplicadas en esos Estados eran ilegales, pero no exigió el reembolso de ninguna ayuda.
En esta ocasión, la ofensiva de Almunia contra las multinacionales se complementa con una reforma legal que pretende cerrar la vía de escape que explotan algunos países para atraer inversión de multinacionales. Se trata de una enmienda a la directiva de matrices y filiales, que las multinacionales aprovechan para concentrar en Irlanda su facturación de toda Europa. De ese modo, evitan pagar impuestos país por país. Y desde Irlanda, gracias a su baja imposición, repatrían beneficios sin apenas carga fiscal.
Bruselas calcula que entra la elusión fiscal y el fraude, la UE pierde un billón de euros en impuestos.