España comienza a devolver el rescate a la banca
Justo dos años después de que España claudicara y terminara pidiendo un rescate a la Unión Europea para salvar a la banca, el Gobierno ha decidido demostrar la fortaleza de la recuperación comenzando a devolver las ayudas.
En concreto, el Ejecutivo tiene previsto devolver ya este año 1.300 de los 41.300 millones de euros, cerca del 3% del total, que solicitó para recapitalizar Bankia, Novagalicia, Catalunya Banc y Banco de Valencia, así como para apoyar a otras entidades en problemas (BMN, Liberbank, Caja3 y CEISS) y capitalizar Sareb.
"Una devolución anticipada", ha sostenido este medio día la vicepresidenrta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría tras la reunión del Consejo de MInistros de este viernes, que da muestras del cambio de situación de España en los dos últimos años. "Nuestra economía puede hacerlo y porque es una forma de reforzar la confianza en nuestro país", ha añadido para justificar la medida.
La voluntad, por tanto, radica más en lanzar un mensaje que en responder a un requerimiento de los acreedores. El país de hecho, tenía un plazo de 12,5 años para devolver el rescate concedido por la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional a un tipo de interés "muy ventajoso", cercano al 0,5%.
La decisión, según diversas fuentes consultadas, ya fue adelantada ayer por el ministro de Economía Luis de Guindos a un grupo de banqueros durante una cena celebrada en Barcelona tras la Asamblea de la Agrupación Europea de Cajas de Ahorros y Bancos Minoristas (ESGB), a la que asistieron su vicepresdiente, el también presidente de la patronal de cajas (CECA) y de CaixaBank, Isidro Fainé, o José María Méndez, director general de CECA.
Aunque el Gobierno no ha hecho alusión a la coincidencia, la cifra que se ha decidido devolver ya este mismo año concuerda con los 1.304 millones de euros que el Estado recuperó en febrero al vender un 7,5% de su participación de Bankia entre inversores mayoristas.
El Estado también ha vendido Novagalicia al grupo venezolano Banesco por 1.003 millones, si bien este pago aún no habría sido hecho efectivo, mientras que Banco de Valencia se vendió por un euro simbólico a CaixaBank y el tercer intento de subasta de Catalunya Banc acaba de ser puesto en marcha.
En un primer momento, Europa puso a disposición de España un fondo de hasta 100.000 millones de euros para hacer frente a las debilidades de sus entidades financieras. Aunque finalmente la cifra asumida fue mucho menor, la medida contribuyó a la larga a reforzar la confianza en que el problema iba a ser resuelto.
Con todo, el paso no evitó que las tensiones fueran en aumento por la crisis de la deuda soberana, que disparó la prima de riesgo por encima de los 600 puntos aquel verano de 2012 y a punto estuvo de llevar al España a la petición de un rescate para el país. Solo las palabras del presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, en defensa del euro en agosto de aquel año -"haré lo que haya que hacer, y creanme, será suficiente- iniciaron un descenso de estas tensiones que terminó alejando el fantasma de una intervención a la griega.
Aquel otoño, sin embargo, las pruebas de estrés efectuadas por Oliver Wyman llevaron a Bruselas a supervisar unos estrictos planes de reestructuración para las entidades en ayudas que incluyeron fuertes ajustes de plantilla y oficinas, una limpieza a fondo de los activos tóxicos inmobiliarios -que fueron traspasados a Sareb- y, en algunos casos, una reordenación de la cúpula de las entidades.
El rescate fue oficialmente cerrado el pasado enero, cuando la Comisión Europea elogió el esfuerzo realizado por España a la hora de acometer las reformas recogidas en el memorando de entendimiento (MoU), la hora de ruta que se impuso a cambio de las ayudas públicas.