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¿Está en riesgo mi empleo? (I)

El impasse económico actual, en el que la economía ni cae más ni termina de recuperarse, deja casi cada semana cifras contradictorias. Hoy ha sido el paro, una cifra excelente que, en todo caso, hay que tomar con cautela vista la evolución de la EPA.

Hay un consenso más o menos establecido en que la recuperación aún no llega a la calle, aunque los datos del CIS sí apuntan a una mejora de las expectativas. El paro no se reduce, pero el consumo asoma la cabeza. Puede existir la sensación de que la gente que tiene trabajo tiene menos miedo de perderlo, pero las cifras de paro de larga duración indican que la creación de empleo es, aún anémica. ¿Hasta qué punto es cierto? O, dicho de otra forma, ¿he de temer por mi empleo si trabajo? ¿Tengo opciones de encontrar trabajo si estoy en paro?

El INE publica con un detalle que es muy de agradecer los flujos de población activa, en función de las respuestas de la EPA. Indican, por ejemplo, cuántos trabajadores que estaban ocupados a finales del año pasado lo siguen a cierre de marzo. Tras un par de ratos largos peleándome con Excel, podemos llegar a una conclusión bastante de economista: Aquí el gráfico:

En el último trimestre, 817.000 personas que trabajaban perdieron su empleo y pasaron al paro. Si nos comimos las uvas de Nochevieja trabajando, el 92% de nosotros lo seguía haciendo a cierre de marzo. La cifra, en todo caso, es muy estacional, por lo que conviene comparar trimestres iguales, y se mueve despacio, dado que el universo de ocupados es amplio, de casi 16 millones de personas: Así, un 1% arriba o abajo son 160.000 personas que retienen, o no, su empleo.

En marzo de 2013 el dato de personas que mantuvieron su empleo fue del 92,76% (o, como está reflejado en el gráfico, el 7,24% lo perdieron). Desde 2008, ningún mes de marzo arrojó una menor probabilidad de perder el trabajo que este 2014, si bien la mejora este ejercicio es más lenta que la registrada entre 2012 y 2013.

Además de los nuevos parados, otros 420.000 trabajadores pasaron el primer trimestre a inactivos, porque se jubilan o porque dejan de buscar empleo activamente. En total, 1,24 millones sobre 15,8 millones. Frente a este dato, en tres meses menos de 800.000 parados encontraron trabajo. Es uno de los datos más bajos de la serie. La economía no genera empleo ni siquiera para compensar los puestos de trabajo que destruye, y si el paro no sube más es porque baja la población activa.

Encontrar trabajo es más difícil que perder el empleo, pero no mucho: un 8% frente a un 13%. Además, tres de cada cuatro parados (el 73%) a finales de 2013 seguía en esta situación en marzo. Es la segunda cifra peor de la serie histórica (que tiene un elevado componente estacional), solo superada por marzo de 2013 y peor que en marzo de 2012. La probabilidad de encontrar trabajo estando en paro es del 13,5% solo levemente mejor que hace un año, y peor que en cualquier otro momento de la crisis. Antes de la crisis, por cierto, todavía un 30% de los parados era incapaz de encontrar empleo en tres meses.

En otras palabras, la porbabilidad de quedarse en paro es la más baja desde que empezó la crisis.Eso puede explicar, parcialmente, la mejora de las expectativas (el cambio en el mercado de trabajo está siendo muy lento). La parte mala es que, si tienes la mala suerte de quedarte en el paro, es muy, muy complicado volver al mercado laboral. Eso explica, por otra parte, el drama de los parados de larga o muy larga duración, que en un mercado con tantas dificultades para acceder a un empleo están condenados a seguir en esa situación.

Adicionalmente, y siendo el estancamiento de los desempleados en el paro muy preocupante, esto también sucedía, aun en mucha menor medida, antes del crac. Lo que sugiere, junto a los datos que comentaré después, un problema estructural.

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