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Tribuna
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Gas, oportunidad de crecimiento

La Asociación Española del Gas (Sedigas), patronal que presido, celebra en Madrid su reunión anual en unos días bajo el lema que encabeza este artículo: Gas, oportunidad de crecimiento. Estaremos los días 27 y 28 de mayo haciendo balance del año, compartiendo previsiones e ilusiones. El gas, un sector en crecimiento, es un elemento clave para impulsar los síntomas de recuperación que nos ofrecen los datos macroeconómicos. 2013 no fue un mal año para el sector. La demanda alcanzó los 28,5 bcm, siendo el sector industrial el principal consumidor. Seguimos consolidándonos como uno de los motores económicos de España. Representamos el 0,5% del PIB y el sector ocupa ya a más de 150.000 personas.

Somos aliados de sectores industriales claves y queremos convertirnos en palanca decisiva y definitiva de desarrollo. Todo ello sin dejar de conseguir los objetivos impuestos por Bruselas.

El gas es un combustible eficiente, de suministro continuo y seguro, competitivo y respetuoso con el medio ambiente –es una de las fuentes energéticas más limpias respecto a emisiones de gases invernaderos y gases contaminantes–. No se puede ocultar que el sistema padece algunos desajustes que estimamos transitorios y de dimensión reducida. No hay, pues, problemas estructurales. La bajada de la demanda en relación a las previsiones realizadas en su día es la causa de la distorsión actual. La crisis, de nuevo, y las decisiones de política energética que han afectado a la configuración del mix de energía primaria y final lo explican todo.

Sin embargo, estamos convencidos de que la recuperación de la demanda ayudará a resolver esta situación. Esa expansión de la que hablo es fruto de la evolución natural del sector y el leitmotiv de este encuentro anual.

En España, la penetración del gas para uso doméstico-comercial es del 29%, mientras que la media europea supera el 50%. Hay, pues, un alentador margen de crecimiento. Seguimos invirtiendo en aumentar la red capilar para incrementar los puntos de suministro (7,5 millones, actualmente) y los municipios con opciones de ofrecer gas natural a sus conciudadanos (1.600, a día de hoy). También identificamos potencial de crecimiento en el uso del gas para transporte terrestre y marítimo. El gas es más barato –alrededor de un 30%– y menos contaminante que otros combustibles tradicionales. Lo saben bien las grandes urbes –Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla…– que han comenzado a introducir en sus flotas autobuses urbanos y camiones de recogida de residuos propulsados por gas natural.

La competitividad que aporta el sector gasista se evidencia en el hecho de que, al no ser un servicio esencial como la electricidad, hay que arrebatar cuota de mercado a otras energías. Y eso se logra, fundamentalmente, por costes y calidad de servicio.

Somos un sector joven en España, con ganas de seguir trabajando en un proceso de expansión que facilite la llegada de esta fuente de energía, limpia y competitiva, a más hogares y comercios. Y con ganas de conseguir el objetivo que da sentido a nuestro empeño: ayudar al crecimiento y al desarrollo de la economía.

El futuro hub ibérico del gas contribuirá, sin duda, a la expansión de la que hablo. En ese proyecto estamos embarcados, colaborando con el Ministerio de Industria, Turismo y Energía y vamos a seguir haciéndolo, porque estamos convencidos de que es una oportunidad transcendental para el desarrollo del sector.

En Europa precisamente reside otra de nuestras fortalezas. La nueva crisis ruso-ucraniana ha vuelto a poner en evidencia las debilidades energéticas del sistema gasista europeo: baja diversificación, interconexiones insuficientes y ausencia de un mercado único de la energía. Nosotros podemos hacer uso de nuestras fortalezas, de la mano de las Administraciones, para colaborar en mitigar esas debilidades. Tenemos capacidad para la expansión exterior del sector. España puede convertirse en ruta de tránsito de gas natural a Europa. Podemos proporcionar, en una primera etapa, hasta el 12% del gas que actualmente la UE importa desde Rusia.

Esa deseable expansión internacional traería un aumento en el tránsito de gas natural por el sistema gasista español, y nos integraría plenamente en el sistema gasista europeo.

Las oportunidades de crecimiento están a la vuelta de la esquina y ahí nos encontrarán, comprometidos para impulsarlas.

Antonio Peris es Presidente de Sedigas

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