La Fundación La Caixa ha muerto; viva la Fundación Bancaria La Caixa
Cambiarlo todo para que todo siga igual. Esta cita del libro El Gatopardo, de Giuseppe Tomasi di Lampedusa, puede resumir a la perfección lo que va a ocurrir mañana en La Caixa. El grupo presidido por Isidro Fainé tiene previsto aprobar la transformación de La Caixa en fundación bancaria, tal y como recoge en la Ley de Cajas de Ahorros del pasado 27 de diciembre. Esta, inicialmente aparatosa modificación, tiene su origen en las también aparatosas ayudas –superiores a los 40.000 millones de euros– que España tuvo que pedir a Europa para sanear a varias cajas de ahorros. Bruselas prestó este dinero al sector a cambio de varias condiciones, entre las que estaba el que las cajas sanas –las que no habían necesitado ayudas– se transformaran en fundaciones y sus activos financieros pasaran a manos de un banco. Estas fundaciones, además, no podrían controlar más del 50% del capital del banco si querían esquivar ser penalizadas con la creación de un fondo de reservas.
Las negociaciones mantenidas entre el Gobierno español y la troika –Comisión Europea, BCE y el FMI– para evitar que las cajas sanas, como La Caixa, tuvieran que someterse a esta transformación, fueron infructuosas.
Pese al primer impacto que supuso en el sector en general, y en La Caixa en particular esta exigencia, todos los expertos consultados afirman lo mismo, “al final el cambio no es tan drástico, es cuestión de encajar las piezas, y han encajado”, aseguraba hace unos días un destacado ejecutivo de la banca.
La Caixa, así, celebrará el jueves su última asamblea como entidad financiera, lo que significa su defunción como caja de ahorros. A ella le seguirán otras, como la de Unicaja, Ibercaja, Liberbank o Kutxabank.
Es el fin de 110 años de historia, aunque la nueva reorganización del grupo preservará “los valores que han marcado nuestra actuación a lo largo de toda nuestra historia”, explican en la entidad.
Pero su transformación en Fundación Bancaria La Caixa, no impedirá que siga gestionando la obra social que hasta ahora ha caracterizado a las cajas de ahorros, y que en el caso de la firma catalana llega a los 500 millones de euros, por séptimo año consecutivo.
Además, con su transformación se crea la primera fundación de Europa Continental, al nacer con una dotación de cerca de 6.000 millones de euros.
Solo es superada por la fundación británica Wellcome Trust –del sector farmacéutico–. La asamblea también aprobará los estatutos de esta fundación y la composición de su patronato, su máximo órgano de gobierno. Y como ha ocurrido en el caso de la obra social, que mantiene su compromiso, el presidente del grupo, Isidro Fainé, seguirá conservando su cargo tanto en CaixaBank, el banco del grupo, como en la nueva fundación, hasta junio de 2016. También seguirá como presidente de CECA, como máximo hasta esa fecha.
Eso sí, la creación de esta nueva fundación, que estará supervisada por el Banco de España al contar con un banco, supone un giro en la composición del grupo, que se producirá inmediatamente después de que la asamblea apruebe su transformación.
Así, tras la disolución y liquidación de la actual fundación, la nueva fundación tendrá, como hasta ahora, el 100% de Criteria, el holding del que cuelgan las históricas participaciones industriales del grupo en Gas Natural Fenosa, Abertis, Agbar y Saba, entre otras, junto con determinados activos inmobiliarios. En el momento en el que se complete la operación, la entidad contará también con el 60,5% de CaixaBank –que bajará al 55,9% en 2017 cuando se transformen en capital varias emisiones de bonos convertibles, el banco al que La Caixa traspasó su negocio financiero, las participaciones en varios bancos internacionales y en Telefónica y Repsol.
Criteria también asumirá los instrumentos de deuda de La Caixa por valor de 7.805 millones de euros.
Y como ocurría hasta ahora en el consejo de la caja de ahorros y en la fundación, el patronato de la nueva Fundación Bancaria estará compuesta por ilustres miembros, entre los que destacan César Alierta (presidente de Telefónica), Carlos Slim (presidente de America Movil), Javier Solana (ex secretario general de la OTAN) y Salvador Alemany (presidente de Abertis).