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Considera que las entidades españolas lo harán mejor sus vecinos

El IEB cree que el ladrillo sigue siendo el gran lastre de la banca ante los test de estrés

Fachada del Banco de España.
Fachada del Banco de España.Pablo Monge.
Juande Portillo

“El mayor problema proviene del crédito concedido al sector inmobiliario, si tiene garantía inmobiliaria y si el valor de la garantía está actualizado", avanzaba este martes el profesor del máster en dirección de entidades financieras del Instituto de Estudios Bursátiles, Enrique Pérez–Hernández, al ser preguntado por las debilidades de la banca española de cara a los test de estrés que ultima el Banco Central Europeo. Desde el IEB, sin embargo, defienden que aún con este riesgo y la penalización de las carteras de deuda soberana, el sector financiero español pasará las pruebas.

La banca, después de todo, cuenta aún en sus balances con 81.000 millones de euros en activos adjudicados y una exposición inmobiliaria que se eleva a 174.000 millones sumando los créditos a promotor, y eso teniendo en cuenta los 50.000 millones ya traspasados a Sareb. La gran pregunta, por tanto, ha planteado este martes Pérez–Hernández durante un encuentro informativo con la prensa, es si estas carteras están los suficientemente bien provisionadas.

Con todo, el profesor también destacó que las pruebas no tensionarán especialmente este apartado en el caso de España. El escenario base, de hecho, recoge una caída adicional del precio de la vivienda del 4,3% para este año pero un repunte a partir de 2015. Incluso en la hipótesis de estrés, que eleva la caída de 2014 al 7,4%, la limita al 3%_en 2015 y vuelve a incrementar la tasa un 0,9%_en 2016, la rebaja acumulada frente al escenario base se limita al 8,9% mientras que para la media de la Unión Europea la caída final es del 19,2%.

Pérez–Hernández considera, sin embargo, que el incremento de provisiones que impusieron los llamados decretos Guindos I y II obligaron a la banca a hacer los deberes, que estos se reforzaron con la revisión de créditos refinanciados de 2013 y que el ejercicio de estrés que ya hizo Oliver Wyman le confiere “experiencia”.

La deuda soberana, de otra parte, sobre la que la Unión Europea impondrá un sistema de quitas para las carteras de negociación y de disponible para la venta (la rebaja acumulada para el bono a 10 años roza el 30%) puede suponer un problema para el sector puesto que, recuerda Pérez–Hernández, solo Bankia y CaixaBank conservan una parte a vencimiento, la única partida que no se estresará. Desde el IEB resaltan, no obstante, que si el tratamiento de los 200.000 millones en deuda pública con que cuenta el sector pueden pasarle factura, la negociación con ella también permitió a buena parte del sector salvar las cuentas de 2013.

De hecho, Pérez–Hernández aseveró que confía en que ninguna entidad española suspenda los test de otoño y resaltó que otros sectores, como el italiano, e incluso las grandes entidades alemanas, dada su fuerte actividad de trading, podrían tener más problemas para superar las pruebas.

Pérez–Hernández, finalmente, quiso destacar el rigor “nunca visto” de unas pruebas que cuentan con “6.000 examinadores” para 124 entidades europeas (16 de ellas españolas). En su opinión, el ejercicio del BCE tiene aún “más mérito” que las pruebas desarrolladas por la Fed en EE_UU sobre 30 entidades. Con los test de estrés, avanza el profesor, el BCE “se juega su credibilidad” por lo que espera un ejercicio honesto que el mercado valore favorablemente. Con todo, alerta de que el ejercicio no garantiza la salud futura de todo el sector, pues “nadie puede prever qué va a pasar más allá de 2016”.

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