Las industrias de ‘telecos’ e internet
Las industrias de telecomunicaciones e internet son un motor de toda la sociedad y continúan transformándola a un ritmo asombroso, pero curiosamente, y aunque tienen mucho en común, siguen caminos paralelos, al menos por ahora. Recientemente, hemos observado cómo WhatsApp, una empresa de internet que ingresa 20 millones de dólares ha sido adquirida a un precio muy significativo, 19.000 millones de dólares, aunque razonable para muchos analistas. Por otro lado, se percibe una clara tendencia de consolidación en la industria clásica de telecomunicaciones en España y en Europa. Por ejemplo, en España recientemente se ha anunciado una operación de consolidación en el sector de las telecomunicaciones que se ajusta a los estándares de valoración más convencionales. Se trata de dos ejemplos que nos muestran las diferentes percepciones que tiene el mercado sobre estas dos industrias. Los operadores de telecomunicaciones llevan algunos años pensando sobre esta tendencia. Desde el comienzo de la era digital, los cimientos donde habían consolidado su crecimiento y su estrategia se han puesto en entredicho, relegándolos a un papel más secundario. Ante ello, los operadores han reaccionado de diferentes maneras. Inicialmente han rechazado a las empresas de internet, después las han intentado combatir y, finalmente, replicar. No parece que ninguna de ellas haya sido eficaz hasta el momento. Mientras tanto, las empresas de internet han venido contemplando todo esto desde la barrera porque al final del día, mientras los operadores siguen necesitando grandes cantidades de Capex para invertir en nuevas redes, miles de empleados en cada uno de los países donde operan y recursos para pagar sus correspondientes licencias e impuestos, estas empresas pueden crecer rápidamente, con unas decenas de empleados y con una estructura fiscal muy optimizada. Y todo ello, no nos olvidemos, gracias a los operadores que son los que siguen invirtiendo a pesar de soportar ya, en algunos casos, elevados ratios de apalancamiento.
Pero parece que los operadores han puesto en práctica una nueva estrategia, muy razonable, que a grandes rasgos es la siguiente. Por un lado, colaboración con la industria de internet para conseguir ingresos conjuntamente, lo cual tiene sentido porque las dos se complementan muy bien. Los operadores continúan teniendo mucho que decir de todo lo que pasa, aunque servicios que pasen por encima, no sean suyos. Por otro lado, la consolidación y consecución de eficiencias, poniendo en orden todo su backoffice. Después de tantos años de fuerte crecimiento, adquisiciones, etc., queda mucho por hacer en este terreno y conseguir importantes ahorros y sinergias.
¿Pero durante cuánto tiempo más estas dos industrias van a continuar sus caminos en paralelo? Pongámonos ahora en un panorama de 10 a 15 años vista. ¿Cuáles son los escenarios que podemos percibir? Los operadores de telecomunicaciones continuarán consolidándose tanto a nivel nacional como internacional. Aquellos que consigan mayores eficiencias, tamaño y capacidad de inversión serán los ganadores, mientras que los que no sigan este camino pasarán dificultades. Se creará un reducido número de operadores con presencia global.
Asimismo, las autoridades regulatorias, en sus diferentes instancias, aceptarán esta consolidación para la supervivencia de la industria, aunque pondrán limitaciones para proteger a los consumidores y que continuarán obligando a los operadores a ser todavía más eficientes. Por su parte, las empresas de internet (no tienen que ser las actuales ya que 15 años son muchos en el mundo digital) continuarán a velocidad de crucero ganando relevancia en el mundo de los negocios y persistencia en nuestras vidas. Las siguientes fronteras que conquistarán estas empresas serán el internet de las cosas, donde todo estará conectado, y el gran conocimiento que conseguirán de las personas y de su entorno, lo que les permitirá lograr un marketing cada vez más certero (podrán ofrecernos cosas antes de que nosotros nos demos cuenta de que nos hacen falta). Además, lo harán también con sus propios servicios financieros. Y finalmente, ambos mundos tenderán naturalmente a converger. Lo más razonable será que en principio se creen alianzas entre los grandes grupos de internet y los de telecomunicaciones, pero posiblemente el mayor dinamismo y crecimiento de los primeros les puede dar un papel más relevante, creando grandes corporaciones digitales y de telecomunicaciones, que esta vez sí podrán gestionar completamente la relación de las personas con su mundo digital.
José Ramón Vega es director de Telecomunicaciones de KPMG en España.