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Tras la luz verde a ayudas por 17.000 millones de dólares

Ucrania promete al FMI cumplir todas las promesas

Manifestación del 1 de mayo en Ucrania.
Manifestación del 1 de mayo en Ucrania.IGOR KOVALENKO (EFE)

El embajador de Ucrania en Estados Unidos, Alexander Motsyk, confía en que la ayuda multimillonaria del Fondo Monetario Internacional (FMI) ayude a superar una situación “muy difícil” en su país, que se declara “impotente” ante la agresión rusa.

“Estoy muy satisfecho (...) Estoy seguro de que este acuerdo nos ayudará a superar este periodo difícil y a reforzar tanto nuestra situación económica, como social y de seguridad”, afirmó Motsyk durante una entrevista concedida a Efe en la embajada de Ucrania en Washington.

El FMI dio luz verde este miércoles a un paquete de ayuda de dos años de duración por 17.000 millones de dólares, de los que unos 3.200 millones estarán disponibles de forma inmediata.

Kiev utilizará parte de la ayuda del Fondo a pagar la factura con la compañía de gas rusa Gazprom, que la empresa estima en unos 3.500 millones de dólares. Moscú ha amenazado con cerrar el grifo del gas si la deuda no se salda de inmediato.

La asistencia, que liberará 15.000 millones de dólares adicionales de otras fuentes, incluidos el Banco Mundial (BM), la Unión Europea (UE), Canadá y Japón, está vinculada a la aprobación de un estricto plan de reformas, entre ellas la subida de impuestos y los precios de la energía.

“Cumpliremos con todas nuestras obligaciones, con todos los compromisos que hemos adquirido”, afirmó Motsyk.

Aseguró, además, que la corrupción que plagó el gobierno ucraniano durante los últimos años y fue uno de los desencadenantes de la revolución con epicentro en la plaza de Maidan no se repetirá.

“No volverá a ocurrir porque el pueblo ucraniano protagonizó una revolución de la dignidad porque querían otro tipo de vida, otros valores (...) y una verdadera economía de mercado. Nadie quiere volver atrás”, indicó el diplomático.

La ayuda llega en medio de una tensión excepcional en el país y después de que el presidente interino de Ucrania, Alexánder Turchínov, se declarase “impotente” ante las revueltas en las regiones de Donetsk y Luhansk, al este del país.

Este mismo jueves, cientos de manifestantes prorrusos asaltaron la fiscalía de la ciudad de Donetsk y lograron desarmar a los policías que la protegían.

El propio FMI reconoce en su informe sobre Ucrania publicado hoy que el organismo tendría que revisar su paquete de asistencia si Kiev pierde definitivamente el control de las altamente industrializadas regiones del este.

“La agresión de Rusia y la anexión de Crimea representan una violación flagrante de las leyes internacionales y del conjunto de normas establecidas por la comunidad internacional”, denunció el embajador ucraniano en Washington.

Insistió en que un país que comete “una violación de tal calibre en pleno siglo XXI y en Europa” tiene que rendir cuentas y dijo confiar en que Occidente redoble las sanciones a Moscú si la agresión continúa.

El diplomático aseguró que Moscú, que niega estar detrás de la desestabilización en el este del país, ha puesto en marcha una campaña de propaganda “desvergonzada y sin precedentes”.

Afirmó, en ese sentido, que el Kremlin ha enviado “a los mismos hombres” al este del país que a Crimea.

“Sus fuerzas especiales y de inteligencia se hacen con el control de edificios en el este de Ucrania y luego los dejan en manos de los separatistas”, explicó Motsyk, quien se mostró “muy preocupado” con la acumulación de tropas rusas en la frontera con Ucrania.

“No habíamos visto un comportamiento de ese tipo en el pasado y estamos completamente seguros de que esto es completamente distinto de los ejercicios militares habituales”, añadió.

Negó, por lo demás, que el este del país respalde de forma mayoritaria la anexión a Rusia: “Según las encuestas, alrededor del 80 % de la población del este y el sur de Ucrania respalda la unidad del país y está en contra de que esas regiones pasen a formar parte de Rusia”.

“Ese es el motivo de que hayan cambiado de táctica y en lugar de buscar el apoyo popular simplemente estén haciendo operaciones especiales en edificios”, concluyó.

Evitó, por lo demás, pronunciarse sobre la personalidad del presidente Vladímir Putin, a quien en Washington se presenta cada vez más como “impredecible”, “volátil” y “falso”.

“Diría simplemente una cosa: que el haber dicho al mundo entero que el colapso de la Unión Soviética había sido la peor calamidad del siglo XX es totalmente erróneo”, sentenció.

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