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Columna
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El mundo del espectáculo

La televisión por internet china está dejando a los inversores con ojos abiertos. Las valoraciones de los fabricantes de hardware, software y programación están aumentando a pesar de la corriente global de ventas en el sector de la tecnología. La carrera ha comenzado para convertir a los adictos a la televisión de China en beneficios.

Algunos inversores inteligentes piensan que la televisión de internet –la canalización de contenidos online a través de decodificadores o sistemas incorporados– está lista para el prime time. El fundador de Alibaba, Jack Ma, se ha unido con una inversión de 1.100 millones en la empresa de televisión por internet Wasu, financiada por su grupo de comercio electrónico.

Este tipo de televisión no es nueva, pero los reguladores lo acaban de entender: ahora solo una empresa con permisos puede competir por los ojos chinos. Eso da a las compañías legales el valor de la escasez, pero hace que las alianzas sean importantes.

Lo que no está claro es dónde vienen los beneficios. Los espectadores chinos no están acostumbrados a las suscripciones de pago, lo que probablemente descarta el modelo de cuota mensual del proveedor estadounidense Netflix. Los televisores de internet sin licencia permanecen en circulación, las películas se pueden transmitir a otros aparatos, y abundan los DVD piratas. Y lo que es peor aún, los anunciantes parecen estar perdiendo el gusto por la televisión.

Las empresas de televisión por internet podrían utilizar transacciones basadas en la televisión para el comercio electrónico y los juegos. Eso hace que la unión de Wasu con Alibaba parezca bastante sintonizada.

Hay mucho en juego: el público podría ascender a 77 millones en 2015, calcula Goldman Sachs. Pero el mayor activo podría ser el dinero. Los ganadores necesitan efectivo para quemarlo en experimentos hasta que tengan pruebas de que funciona. Eso también es un buen augurio para Wasu.

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