_
_
_
_
Tienen pensiones y planes menores que los hombres

Jubiladas: equilibrios hasta en la vejez

La aportación media anual a un plan de pensiones privado es de 2.156 euros en el caso de los hombres y de 1.798 euros en las mujeres

Vivimos un momento de gran incertidumbre respecto al futuro del sistema público de pensiones y, por ende, de las prestaciones que recibiremos; pero si esa preocupación es general entre todos los españoles, las españolas tienen razones para estarlo más.

VidaCaixa y el IESE acaban de publicar el informe Impacto de las pensiones en la mujer: jubilación y calidad de vida en España, que deja claro que la masiva incorporación de la mujer al mercado laboral español –su participación se ha incrementado del 19,9% en 1980 al 59,3% en 2012– no se ha traducido ni en igualdad salarial –las diferencias entre hombres y mujeres siguen siendo de un promedio del 17,5% en la Unión Europea– ni, por lo tanto, las mismas prestaciones a la hora de la jubilación. Y nos estamos refiriendo tanto a su pensión pública como al dinero que contiene su plan privado.

Diferencias

Los países con mayores desigualdades entre la pensión del hombre y de la mujer son Luxemburgo (47%), Alemania (44%) y Reino Unido (43%).

Según datos del sector recogidos por este trabajo, la aportación media anual a un plan de pensiones privado es de 2.156 euros en el caso de los hombres y de 1.798 euros en las mujeres. Esa pauta se sigue en todos los tramos de edad, incluso cuando está más cerca el momento de la jubilación; así, por ejemplo, los hombres de entre 50 y 65 años destinan a su producto de ahorro-previsión un 21% superior al de la mujer en esa misma franja de edad.

Con este panorama no es de extrañar que también haya diferencias sustanciales en las prestaciones que reciben de los planes de pensiones. A este respecto, el estudio pone como ejemplo que un hombre que cumple los 65 años recibe una cantidad de dinero superior en un 41% a la que cobra una mujer de esa misma edad.

Las preocupantes contradiccionesdel sistema público

El estudio de VidaCaixa y el IESE resalta que el sistema de Seguridad Social premia claramente a quienes no se han visto en la tesitura de interrumpir su trayectoria por atender a sus familias, es decir, normalmente los hombres. Así, los Gobiernos entran en una clara contradicción al enfatizar por una parte la importancia del cuidado de los más vulnerables, los hijos y mayores dependientes, y al mismo tiempo castigar duramente a quienes se dedican a esas labores pese a que no perciben ningún salario por ese trabajo, lo que, además, significa un gran ahorro al Estado en forma de menores prestaciones de jubilación.

Y esto último se está enfatizando con las últimas reformas del sistema, que aumentan el número mínimo de años cotizados, alargan el periodo de cotización para lograr el 100% de la pensión y elevan el tope máximo.

En cuanto a la pensión pública, un reciente estudio de la Comisión Europea destaca que las españolas cobran de media una pensión pública un 34% inferior a la de los hombres. Según se señala en el estudio de VidaCaixa y el IESE, el sistema de pensiones público es básico para asegurar una renta vitalicia a las personas mayores, y una forma de garantizar su bienestar, “sin embargo, dicho sistema perpetúa y amplía las desigualdades que se producen en el mercado laboral entre hombres y mujeres” y, por consiguiente, hace más vulnerables a las mujeres en la etapa de su vida que requiere una mayor protección. Esto lleva a los responsables del informe a lanzar una inquietante reflexión: si la mujer “aporta un 20% menos a planes de pensiones privados, obtiene un 41% menos en planes de prestaciones privados, percibe un 34% menos de pensión pública y, además, vive cinco años más que el hombre, ¿cuál será su calidad de vida futura?”.

Archivado En

_
_