UGT y CCOO se reúnen en secreto con Coca-Cola para preparar "el día después" del ERE
Representantes al máximo nivel de las federaciones agroalimentarias de Comisiones Obreras y UGT han mantenido durante las últimas semanas varias reuniones con Victor Rufart, primer ejecutivo de Coca-Cola Iberian Partners, embotelladora en España del grupo Coca-Cola, para según ha podido saber Cinco Días, comenzar a negociar aspectos técnicos de la puesta en marcha de las medidas sociales del Expediente de Regulación de Empleo y comenzar a lanzar puentes de cara a lo que se ha dado en llamar "el día después del ERE". Al menos se ha encendido la pipa de la paz, aunque de momento nadie fuma de ella.
Según fuentes consultadas conocedoras del contenido de las conversaciones, la primera de estas reuniones, "de tono muy conciliador", se produjo justo el día después de que Coca-Cola Iberian Partners enviara a 230 trabajadores de la planta de Fuenlabrada en Madrid, la carta de despido e ingresará en sus cuentas la indemnización correspondiente.
De acuerdo con la opinión de estos medios no hay ningún tema vetado de antemano que no pueda ser tratado en esa reunión, la empresa no ha pedido que se retirara la impugnación judicial del ERE actualmente en marcha y los sindicatos en ningún momento han ofrecido desistir de ninguna de sus iniciativas.
En cualquier caso, expertos en relaciones laborales aseguran a Cinco Días que después de que Coca Cola Iberian Partners haya culminado el cierre de la planta de Fuenlabrada con la materialización de los despidos forzosos, los representantes sindicales han comenzado a plantearse que pasaría si finalmente la justicia les da la razón. Si fuera así, la legislación obligaría a la empresa a readmitir a todo el mundo que no se quiera marchar de la empresa, pero en ningún caso obliga a que esa readmisión se tenga que realizar en el puesto de trabajo anterior. Es decir según esta opinión, los sindicatos y la empresa ya saben que Fuenlabrada no se abrirá nunca, al menos para embotellar las marcas de Coca-Cola, y temen que una sentencia judicial favorable fuerce a Coca-Cola a ofrecer puestos de trabajo a la plantilla de Madrid en fábricas muy alejadas de Fuenlabrada, algo que no parece estar en la mente de los protagonistas de las numerosas movilizaciones que estos día se producen en Madrid.