Todos contra Draghi (excepto Alemania)
La reunión del Eurogrupo (la reunión informalque en la Unión Europea congrega al menos una vez al mes a los ministros de Economía y Finanzas del euro) sirvió ayer como altavoz de las peticiones para que el presiente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, abra la mano para actuar por los riesgos de deflación que amenazan a la periferia del sistema (España incuída).
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ha dicho este martes que la eurozona vive una recuperación “gradual aunque moderada” y que los bancos han avanzado “mucho” en su recapitalización, pero ha eludido pronunciarse sobre los riesgos de deflación o sobre política monetaria antes de la reunión del Consejo de Gobierno del BCE que se celebra este jueves.
“Para esta cuestión, vuelva el jueves en Frankfurt”, ha señalado Draghi al ser preguntado por su análisis sobre los riesgos de deflación en la eurozona. “Siento decir que no podré contestar preguntas sobre política monetaria”, ha explicado durante la rueda de prensa posterior al Eurogrupo.
Baja inflación
El vicepresidente de la Comisión y responsable de Asuntos Económicos, Olli Rehn, como el ministro de Economía, Luis de Guindos, se han declarado preocupados por los riesgos de un largo periodo de baja inflación en la eurozona y el español se ha mostrado convencido de que el BCE actuará.
La mano derecha de Draghi, Vítor Constancio, se esforzó en todo caso por mantner un mensaje de calma respecto de la deflación. El banquero potugués aseguró ayer que la entidad monetaria de la eurozona no ve un panorama de deflación por la baja inflación en el área de la moneda única, tampoco en España, donde, dijo, el IPC volverá a subir.
La presión del Eurogrupo para que el BCE tome alguna medida como bajar los tipos (esta sería la principal herramienta) u otras como suspender el drenaje semanal de liquidez por el programa de compra de títulos de deuda en el mercado secundario (SMP, según sus siglas en inglés) que lanzó en el año 2010 y fue sustituido en 2012 por el OMT no es unánime. Alemania se ncuentra cómoda en la situación actual, e incluso aboga por una subida de tipos (como sucedió en 2011) que podría perjudicar a la periferia pero sería más acorde a us intereses.
Francia
Francia tambiéjn acaparó buena parte d elas atenciones. La segunda economía de la región anunció ayer que cerró el año con un déficit del 4,3%, dos décimas por encima del objetivo de Bruselas. El ministro de Finanzas holandés y presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, y el responsable europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn, pidieron ayer a Francia “ceñirse a los objetivos presupuestarios” y cumplir con las metas de déficit establecidas por la Comisión Europea (CE).
“Lo que recomiendo a todos los países es que se ciñan a todos los procedimientos y acuerdos presupuestarios que tenemos y que hagan las reformas, para que todos seamos más competitivos”, afirmó el político holandés a la entrada a la reunión informal de ministros de Finanzas y Economía de la Eurozona en Atenas.
Grecia
La eurozona autorizó ayer un nuevo desembolso de 8.300 millones a Grecia, uno de los países más perjudicados por el aumento de la pobreza y el desempleo a raíz de la crisis y que supone un problema que afecta también a otros países. La ayuda se entregará en tres tramos, uno de 6.300 millones a finales de abril y le seguirán 1.000 millones de euros en junio y la misma cantidad en julio, condicionados al cumplimiento previo de seis requisitos por cada uno de los dos últimos tramos. Con el desembolso de finales de abril Grecia estará en condiciones de hacer frente en mayo a un importante vencimiento de deuda por 10.000 millones.