La purga italiana podría ser excesiva
El Tesoro italiano quiere que las empresas controladas por el Estado obliguen a cualquier persona bajo investigación penal por delitos financieros a salir de sus consejos de administración. La intención es loable, pero el plan está mal concebido.
Hasta el momento, no se ha ofrecido ninguna norma general, pero el Tesoro ha solicitado a Eni y Enel, dos de las mayores empresas de su cartera, que pidan a los accionistas un cambio en sus estatutos. Bajo las nuevas reglas, un miembro del consejo tendría que renunciar cuando cruzara un umbral legal relativamente bajo –que un juez aprobara una investigación que normalmente conduciría a un juicio–.
Ese nivel de honradez es muy superior al que los políticos del país han fijado para sí mismos. Pueden permanecer en el parlamento hasta que hayan sido declarados culpables tres veces.
El nivel de honradez sería muy superior al que los políticos del país han fijado para sí mismos
Sin embargo, el cambio propuesto podría ser contraproducente. Crearía incertidumbre sobre el futuro de cualquier miembro del consejo ante una advertencia oficial de investigación, el paso previo al umbral propuesto para la renuncia. Los avviso di garanzia se suceden con una frecuencia alarmante en Italia. Además, gracias al lento ritmo de la justicia italiana, y al fervor a veces equivocado de los magistrados, algunos inocentes podrían verse obligados a dimitir, para ser absueltos años más tarde.
El sector bancario tiene una posición más realista. Echa a los miembros de la junta tras el primer veredicto de culpabilidad.
Matteo Renzi, el nuevo primer ministro, quiere fomentar la honestidad empresarial y las privatizaciones. En lugar de meterse con las empresas controladas por el Estado, podría trabajar en una mejora general en la cultura empresarial. Eso implicaría consejos más independientes, a partir de una supervisión más dinámica en el sector estatal, lo que incluiría una reforma judicial sistémica, para que los castigos a los verdaderos criminales fueran más rápidos, seguros y severos.