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Columna
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Los mercados en China se complican

Los reguladores de China están abriendo el mercado al permitir a algunas empresas emitir preferentes, que conllevan características de deuda y acciones. En un mercado que funciona, eso es una innovación útil. En un mercado como el de China, sin embargo, el riesgo es que los inversores vean deuda y los emisores acciones, cuando la realidad no es ni una ni otra.

Para las empresas, las acciones preferentes tienen algunos beneficios obvios. Si bien este tipo de instrumento supone generalmente el pago de dividendos, las empresas pueden cancelar o aplazar los pagos en tiempos difíciles sin que se considere que han incumplido.

Para los inversores, las preferentes tienden a ofrecer mayor rentabilidad que los bonos, así reflejan el mayor riesgo que conllevan. Las acciones existentes no ofrecen el mismo tipo de ingresos. De las 959 empresas con acciones que cotizan en la bolsa de Shanghai, solo 58 tienen rentabilidades por dividendo superiores al 4%, de acuerdo con Eikon. Y aunque no hay ninguna protección por impago, las preferentes al menos se sitúan por delante de los títulos comunes después de una quiebra.

Es probable que los bancos, con requisitos que cumplir, sean los primeros en adoptar las preferentes en China

Sin embargo, en el mercado de China, donde el riesgo no está claramente valorado y la liquidación es casi una desconocida, emitir preferentes podrá simplemente enturbiar más las cosas. Los inversores pueden sentirse atraídos por algo que se comporta como deuda; los emisores pueden ver un instrumento que ofrece la libertad de las acciones.

Es probable que los bancos, que tienen requisitos de capital que cumplir, sean los primeros en adoptarlas. También puede que haya usos futuros de las acciones preferentes en otras reformas del mercado. No es impensable que el Estado pudiera convertir algunas de sus participaciones en las mayores compañías del país en acciones que dieran dividendo sin derecho a voto. Pero la preferencia aún debería ser conseguir que los tipos existentes de acciones y bonos funcionaran, en lugar de añadir otros nuevos.

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