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Columna
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Presupuestos mal enfocados

Todo apunta a que los presupuestos de Reino Unido que se presentarán esta semana pondrán el foco en todas las áreas equivocadas. Buscando el voto para lograr la victoria en las elecciones generales de 2015, la coalición gobernante sin duda extenderá los subsidios a la vivienda y probablemente jugará con los umbrales fiscales. Pero un pellizco en una zona menos populista podría hacer más para ayudar a la economía de Reino Unido.

La decisión del ministro de Economía, George Osborne, de prolongar su polémico régimen de ayuda a la compra hasta 2020 no es una mala idea, ya que la extensión solo se aplica a la subvención para la construcción de nuevas viviendas. Sin embargo, la economía británica sigue sin gozar de buena salud.

En lugar de incentivar a los ciudadanos ya apalancados a pedir prestado aún más, Osborne debe incentivar las empresas privadas a invertir para mejorar la eficiencia, en vez de limitarse a emplear a más personas.

La objeción típica a utilizar recursos del Estado para lograr esto es que se supone que el gobierno todavía debería estar recortando. Solo el 36% del total de los ajustes de gastos en los departamentos se ha completado, y el ajuste fiscal por valor del 5,5% del PIB sigue siendo necesario para permitir a Osborne lograr su meta de hacerse con un superávit presupuestario en 2018/19, según el Instituto de Estudios Fiscales.

Sin embargo, esta estimación depende de que la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria (OBR, por sus siglas en inglés) esté en lo correcto acerca de la brecha productiva. Si esta diferencia es de tan solo un 1,8%, como piensa la OBR, entonces el gobierno necesita recortes.

Osborne podría gastar más para ayudar a la inversión empresarial si la oficina cambiara su estimación de este dato. El Banco de Inglaterra también lo agradecería, ya que se basa en el excedente de capacidad de la economía de Reino Unido para justificar por qué no debería subir los tipos. Las políticas favorables a la inversión serían mucho más beneficiosas que volver a inflar el mercado de la vivienda.

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