Sacyr confía en cubrir la deuda en el Canal con los laudos arbitrales
Las constructoras firmarán un préstamo de 400 millones de dólares Los anticipos reembolsables ascienden a 780 millones de dólares
Sacyr, Impregilo, Jan de Nul y Cusa, integrantes del consorcio GUPC para la ampliación del Canal de Panamá, van a disputar con la ACP hasta el último de los 1.625 millones de dólares que han presentado como desviación en el presupuesto por imprevistos. Le va en ello minimizar las pérdidas en la obra más popular del momento, valorada en 3.118 millones de dólares.
Empresas y ACP seguían el viernes intercambiando información como paso previo a la firma de un pacto definitivo que permita concluir el tercer juego de esclusas para diciembre de 2015. El administrador de la operadora del Canal, Jorge Quijano, había fijado el 6 de marzo como fecha del armisticio, tras una dura batalla que saltó a los medios de comunicación en diciembre, ante las diferencias por los abultados sobrecostes, y que se enconó en febrero con la paralización de los trabajos por falta de liquidez.
A partir de ahí, y tras largas jornadas de negociación, el proyecto se salva por la aportación de 100 millones de dólares por parte de la ACP, otros 100 millones que parten de las constructoras y, sobre todo, los 400 millones de dólares que GUPC va a levantar entre la banca con garantía de Zurich, aseguradora del proyecto.
La italiana Impregilo lleva varios ejercicios con provisiones por los problemas en Panamá y Sacyr acaba de cargar 127 millones contra sus cuentas de 2013.
GUPC da por descontado que el resultado de los arbitrajes en que reclama los sobrecostes será favorable. Con esos ingresos podrá afrontar tanto el crédito de 400 millones de dólares como los anticipos por 780 millones de dólares que debe reembolsar en 2018 a la ACP. De hecho, las constructoras han conseguido cuatro años de margen para devolver los adelantos con la previsión de contar para entonces con la respuesta de la junta de resolución de conflictos (DAB por sus siglas en inglés) o, en caso de elevarse a una instancia superior, de la corte internacional de arbitraje con sede en Miami.
Avance en cámara lenta hasta que llegue el dinero
El pago de 37 millones de dólares por parte de la ACP, por las certificaciones de diciembre, ha permitido la vuelta a una lenta actividad en la ampliación del Canal de Panamá tras 16 jornadas de total paralización. Fuentes cercanas a los trabajos aseguran que el ritmo podría volver a la normalidad en unas dos semanas a partir de la inyección de los 200 millones de dólares que van a aportar a medias la ACP y las constructoras.
El fin de obra fijado en diciembre de 2015 es seis meses superior a la última fecha anunciada por las constructoras y está 15 meses por encima de lo establecido en el contrato firmado en 2009.
El proyecto avanza al 70% de su ejecución y la ACP ha desembolsado hasta ahora 2.831 millones de dólares, incluidos los 784 millones en anticipos reembolsables.