El FMI cree llegado el momento de que la banca frene la caída del crédito
El Fondo Monetario Internacional ha dado aprobado definitivo al proceso de reestructuración de la banca, que la institución ha vigilado con sumo interés como parte integrante de la troika. Los deberes están hechos e incluso se ha ido más allá de las exigencias recogidas en el Memorando de Entendimiento del rescate a la banca, por un total de 41.300 millones de euros.
De hecho, el FMI alaba iniciativas adicionales adoptadas por el Banco de España –y a sugerencia del propio FMI– como la limitación del pago de dividendo en metálico al 25% de los beneficios, que insiste debe prolongarse durante 2014, o la revisión del régimen de incompatibilidades para que los directores generales del regulador español pasen al sector privado, en alusión al salto de José María Roldán para dirigir la AEB.
El FMI destaca la “mejora” radical de las condiciones de financiación de España y destaca que los esfuerzos por recapitalizar y sanear el sistema financiero español han tenido su reflejo en el conjunto de la economía española, que está empezando a recuperarse, y son además un progreso notable a nivel europeo. Pero advierte al mismo tiempo de los “importantes desafíos” que afronta el sector financiero y hace especial hincapié en la necesidad de reactivar el crédito como soporte para la remontada de la economía del país.
“El ritmo de contracción del crédito es uno de los más acelerados entre las economías desarrolladas y es significativo incluso en sectores no relacionados con la construcción, donde se concentró gran parte del boom”, reconoce el FMI. Pero la institución va más allá y advierte que “el rápido ritmo de contracción puede ser más intenso de lo deseable”, a la vista del elevado desempleo y del débil crecimiento.
El organismo que dirige Christine Lagarde reconoce que el ratio de endeudamiento del sector privado sigue siendo elevado, aún muy superior en términos relativos al de los años previos al boom y al de otras economías avanzadas. Pero, frente al argumento de la necesidad de seguir reduciendo el apalancamiento, el FMI afirma que “el sostén del crecimiento y el reequilibrio en las fuentes de ese crecimiento son las mayores prioridades en este momento”.
Así, sostiene que unas condiciones de crédito más accesibles y un ritmo de desapalancamiento más lento favorecerían la mejora del consumo del sector privado y la inversión. Para el FMI, la demanda agregada de la economía española es ahora “demasiado baja” y añade que su impulso contribuiría a un ajuste más rápido del déficit público. Señala incluso que el mercado daría la bienvenida a un escenario de menor contracción del crédito, y ajuste fiscal a mayor velocidad, como reflejo de estabilidad financiera para la economía del país.
El FMI señala además que la banca española debe adoptar medidas con las que seguir reforzando su capital, aunque sin contraer con ello el crédito con el argumento del consumo en recursos propios que supone dar financiación. En este sentido, defiende de nuevo la limitación en el reparto de dividendo en metálico, “que no crea un incentivo para acelerar la contracción del crédito, ya que el límite se establece en función del beneficio del banco y no de sus activos”. Y reclama que tal limitación a los dividendos se refuerce con ampliaciones de capital y con mayores beneficios que resulten de una mejora de la eficiencia.
El FMI reconoce que en 2013 la banca española ha regresado a los beneficios, ha mejorado sus condiciones de financiación y su liquidez, aunque con una morosidad en aumento. “El sistema financiero español es más fuerte y seguro que antes, aunque la vulnerabilidad persiste. La prioridad es mantener un capital y provisiones para el nuevo riesgo de crédito en niveles adecuado, en el contexto de unas condiciones macroeconómicas difíciles”, advierte la institución.