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Según un informe de Funcas

Valencia, Andalucía, Castilla-La Mancha y Murcia, las que más sufren la crisis

Monedas de euro griegas y alemanas. EFE/Archivo
Monedas de euro griegas y alemanas. EFE/ArchivoEFE

La Comunidad Valenciana, Andalucía, Castilla-La Mancha y Murcia han sido las más castigadas por la crisis, mientras que el País Vasco, Madrid, Navarra y Castilla y León han sido las menos perjudicadas, ha informado hoy la Fundación de Cajas de Ahorro (Funcas).

El último numero de Papeles de Economía Española, editado por Funcas y dedicado a la economía de las regiones españolas durante la crisis, asegura que existen diferencias “considerables” entre las comunidades, lo que supone que habrá que “priorizar” distintas políticas dependiendo de la situación de cada autonomía.

El director general de Funcas, Carlos Ocaña, ha señalado en la presentación del informe que la salida de la crisis será diversificada, y no habrá un único ámbito que opere como “sector milagro para la recuperación” porque “habrá variedad de sectores que tiren de la economía”.

Además de las comunidades más beneficiadas y más castigadas por la crisis, durante el segundo trimestre de 2008 y el primer trimestre de 2013 las comunidades de Aragón, Cataluña, La Rioja, Galicia, Extremadura, Cantabria, Asturias, Baleares y Canarias han sufrido un impacto intermedio.

Según el economista Eduardo Bandrés, coordinador del último número de Papeles de Economía Aplicada, las comunidades que han transitado mejor por el periodo de recesión, del que “ya se ha salido”, tienen “más sincronía con el conjunto” y ha asegurado que el “factor territorial importa y explica las diferencias”.

En referencia a Cataluña, Bandrés ha comentado que un proceso secesionista “tendría efectos muy negativos” tanto sobre esta comunidad como sobre el resto de España, ya que “vivimos en un mundo global y un shock de esa naturaleza tendría un impacto económico indudable y siempre negativo”.

Ha comentado que del análisis efectuado se desprende que Cataluña, en un nivel intermedio, “tiene un comportamiento muy parecido a la media española”, entre otras razones porque “tiene un peso importante y tiene un comportamiento menos volátil que otras regiones”.

Al respecto, Ocaña ha dicho que hasta ahora “no se aprecia” un impacto del debate soberanista, pero ha comentado que “la incertidumbre no ayuda”, por lo que ha considerado que convendría que “las incertidumbres” se disiparan “cuanto antes”.

Bandrés ha subrayado que todas las comunidades se han visto inmersas en esa “dinámica devastadora de caída del PIB o de destrucción de empleo”, pero “no todas por igual”.

En este sentido, ha especificado que una tercera parte de los españoles vive en tres comunidades: Andalucía, Castilla-La Mancha y Comunidad Valenciana, que han perdido el 10 % del PIB, el 20 % del empleo, y la tasa de paro media está en el 33 %”.

Por el contrario, ha dicho, hay una quinta parte de los españoles, un 20 %, que vive en otras tres comunidades: País Vasco, Madrid y Navarra, que en lugar de haber perdido un 10 % del PIB lo ha hecho un 5 %; en vez de perder el 20 % del empleo han perdido el 13 % y la tasa de desempleo está en el 19 %”.

Para Bandrés “no sería justo” y “sería un error” achacar estos datos al comportamiento de las políticas públicas de cada comunidad autónoma y ha insistido en atribuirlo al peso que tenían las regiones en la actividad inmobiliaria, las condiciones de partida, en relación con la dotación de capital humano, con el nivel educativo de la población, con la tasa de paro estructural, o el peso de su industria.

Por tanto, aunque no son determinantes las políticas públicas, si es verdad, ha dicho, que ha habido “diferencias territoriales” y las comunidades vivieron “el bienio de la confusión”, y pensaron que la crisis podía pasar en pocos años y “merecía la pena endeudarse”, de manera que no llevaran a cabo medidas de ajuste, que tuvieron que tomar más tarde”, a partir de 2010 ó 2011.

Los autores del informe, según Bandrés, destacan tres factores determinantes donde la crisis ha impactado más y se refieren a un mayor dinamismo demográfico, un peso muy fuerte en las actividades de construcción y a ciertos problemas de control de gasto.

De cara al futuro, Bandrés ha comentado que “las políticas públicas se van a mover en un contexto de escasez de recursos públicos”, lo que obligará a tener que centrar los esfuerzos en el “capital físico, el capital humano, la educación o el factor empresarial”.

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